NUTRICIÓN
8 mitos sobre la pérdida de peso que debes olvidar ya mismo
Cuando un razonamiento sin evidencia se repite una y mil y veces, podemos terminar creyéndonoslo. Te contamos algunos mitos sobre la pérdida de peso.
El gran volumen de desinformación con respecto a la pérdida de peso hace que este tema sea difícil de tratar. Nuestro cuerpo metaboliza los alimentos de diferentes maneras, y las proteínas, las grasas y los carbohidratos tienen diversos efectos sobre el apetito, el azúcar en la sangre y las respuestas hormonales. Una caloría de proteína no es lo mismo que una caloría de azúcar. Por ejemplo, 250 calorías de una pechuga de pollo a la parrilla pueden aumentar nuestro metabolismo y reducir el apetito y los antojos, pero 250 calorías de una lata de refresco aumentarán el azúcar en la sangre y pueden afectar al estado de ánimo y al nivel de energía. Te contamos los mitos sobre pérdida de peso que debes olvidar desde ya.
La pérdida de peso es lineal
No, desgraciadamente, aunque entres en una dieta estricta, tu cuerpo puede tener subidas y bajadas de peso. Puede incluso fluctuar durante el día algún kilo dependiendo de cuando te pesas, la cantidad de agua que has retenido y el tipo de comida que has ingerido por última vez. El seguimiento de la pérdida de peso a largo plazo mostrará una tendencia general a la baja con períodos de pequeñas ganancias y mesetas. Así que no te sorprendas si la báscula no reconoce tu esfuerzo en una semana.
Los suplementos son la clave
Ya hemos hablado muchas veces de suplementos que no merecen la pena para ganar masa muscular, y de otros que sí merecen la pena para perder grasa. Pero no confundamos términos: que sirvan no quiere decir que sean la clave. Por ejemplo, ya podemos inflarnos a té verde o a cafeína sin hacer ejercicio físico, que lo único que conseguiremos es un nerviosismo y una ansiedad de caballo. Ojalá existiese la píldora mágica de la pérdida de peso, pero no es así.
La pérdida de peso es solo voluntad, no biología
Tu capacidad para ganar o perder peso está influenciada por el estilo de vida y la genética. Confiar solo en la fuerza de voluntad (que también es muy importante) es una batalla perdida. La única forma de mantener el cambio es trabajar con el cuerpo de una manera que se adapte a tu personalidad y tendencias naturales. No podemos seguir una dieta estricta e hipocalórica que no cree adherencia, de la misma forma que no podremos hacer ejercicio físico extenuante si tenemos obesidad.
Hay que comer menos y hacer más ejercicio y ya está
Bueno, desde la lógica es un punto de vista bastante aceptable, pero no es cierto del todo, ya que descuida una serie de factores que contribuyen a aumentar de peso. Si comes para aliviar el estrés y la ansiedad o nunca has hecho ejercicio regularmente o eres sedentario, esto requiere un cambio en tus hábitos y estilo de vida que llevan un tiempo. Tendrás que encontrar nuevas formas de satisfacer esas necesidades emocionales que te llevan al ansia de comer, o de comer mal.
Tenemos que eliminar los hidratos de carbono
Que las dietas cetogénicas sean actualmente una tendencia y muestren resultados positivos en muchos casos no quiere decir que esta evidencia sea igual para todos. La reducción de los carbohidratos, especialmente el azúcar, te ayudará a perder peso, pero aún necesitas hidratos saludables en la dieta, principalmente de vegetales y frutas, que por otra parte, ocupan un lugar pésimo en la pirámide alimenticia.
Hay que evitar las grasas a toda costa
La grasa ha tenido una mala reputación durante décadas. En realidad, siempre y cuando no comas en exceso, la grasa no te hará engordar. Este nutriente esencial hace que los alimentos tengan un mejor sabor y el cuerpo los necesita para funcionar de manera efectiva. Pero al igual que hay carbohidratos buenos y malos, también hay grasas buenas y malas. La mitad de un aguacate es muy diferente al de una porción de aceite vegetal refinado.
Desayunar es básico para perder peso
Es probable que cuando te despiertes tengas hambre: quizá hayan pasado 10 o 11 horas desde tu última comida. El problema es que no sabemos comer y nos alimentamos con cereales procesados o chocolates repletos de azúcar. Y aunque el desayuno sea saludable, el ayuno intermitente tira por tierra todas las sandeces de que desayunar aumenta nuestro metabolismo o nos ayuda a perder peso. Si desayunas, perfecto, pero que sea a base de alimentos saludables y bien combinados.
Tienes que comer alimentos "dietéticos"
Los alimentos llamados "dietéticos", "sin grasa", "bajos en azúcar" o "libres de conservantes" pueden responder más a una estrategia de marketing que a la realidad de que necesitas perder peso. Es mejor evitar los alimentos con un alto porcentaje de ingredientes antinaturales. Puede que te sorprendas al descubrir la cantidad de azúcares, aditivos y aceites no saludables que contienen los alimentos y bebidas que consumes regularmente, algunos de los cuales pueden etiquetarse como naturales u orgánicos.
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