La claustrofobia y el esquí se dan la mano en un vídeo de Mike Hayes
El efecto de la cámara y una de las líneas más estrechas que se han esquiado en la historia del esquí le dan 1.000€ al esquiador de Massachusetts.
En el corazón nevado de Stowe, Vermont, se encuentra una línea de esquí que desafía incluso a los más expertos del mundo del freeride. Tan estrecha que hace que sentir que estás pasando por el ojo de una aguja con los esquís. Las paredes de nieve y roca se elevan abruptamente a ambos lados, dejando apenas suficiente espacio para maniobrar. Es una prueba de habilidad, precisión y nervios de acero. La supera Mike Hayes:
Esta línea no solo es un desafío físico, sino también psicológico. La sensación claustrofóbica entre las paredes heladas exige no solo capacidad técnica, sino también una inmensa concentración mental. Cada giro es un riesgo calculado, y hay poco margen para el error. “La seguridad es lo último”, bromeaba en Instagram al publicarlo.
Pero para el esquiador estadounidense esta línea ofrece una descarga de adrenalina como ninguna otra. La sensación de logro debe haber sido increíble, especialmente sabiendo que has conquistado una de las experiencias de esquí más desafiantes y únicas de la Costa Este y sales triunfante entre los árboles. Y más todavía cuando Hayes fue ganador de un premio de 1000 dólares en los GoPro Awards del fabricante de cámaras de acción. El vídeo, obviamente, acumula millones de reproducciones en redes sociales.
La pregunta queda en el aire y es obligatoria: ¿Te atreverías a enfrentarte a esta línea de esquí increíblemente claustrofóbica en Stowe?