En la capital de los Países Bajos existe un hotel llamado Botel que flota. Está en una embarcación (de ahí el juego de palabras). Pero no es eso lo único que lo convierte en especial. Sino que en la parte superior del mismo tiene 5 habitaciones que tienen la forma de las letras que conforman su nombre.

Una de ellas, la letra B o The Loft B, como lo llaman ellos, se caracteriza porque es una "suite especial" con un "half-pipe de diseño". Con tablas de skate, casco, una señal que te invita a patinar "bajo tu responsabilidad" y, obviamente, no le falta una doble cama, ducha, televisión, escritorio, etc. La probó Dan Webz y afirma que fue "definitivamente lo mejor del viaje a Ámsterdam".

En los comentarios hay división de opiniones. Desde los que aseguran que eso "no es un skatepark" (porque es una mini ramp únicamente) a los que consideran que es imposible de patinar, pasando por los que critican las tablas agujereadas a los que obviamente les encanta y aseguran que lo probarán.

El caso es que si a alguien no le acaba de gustar la habitación de la mini, en las otras letras el Botel esconde otras habitaciones especiales. El Loft O, por ejemplo, tiene una cama en el centro con un espejo en el techo y un jacuzzi. El T está pensado "para quienes no saben dejar el trabajo en casa y quieren dormir en la oficina". El E es para "los fanáticos del cine" porque tiene una sala con una gran pantalla que incluso se puede disfrutar desde un jacuzzi. Y el L es "una suite minimalista de estilo japonés".

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Obviamente no es como la skate house más viral del mundo y hoteles con mini ramp los hay en muchas ciudades (como por ejemplo Barcelona). Pero siempre es una opción más para visitar...