"En Barcelona el skate está tan presente que parece que siempre hubiera estado ahí, pero ¿en qué momento y por qué se convirtió Barcelona en una de las capitales mundiales de un deporte que hoy en día es olímpico?". Con este planteamiento, la popular cuenta de Barcelona Secreta ha contactado con el antropólogo y profesor de la Universitat Ramon Llull, Xavi Camino.

Aunque no queda muy claro en el vídeo, a la pregunta de "en qué momento", son sin duda los Juegos Olímpicos. A eso se refiere Camino cuando habla de que zonas como la Plaça dels Països Catalans, que "se convierte en un modelo que se va replicando en otras intervenciones en la ciudad para generar precisamente una marca". Este tipo de diseño, de plaza dura, suelo liso y diáfana, con un granito perfecto para patinar, es también la primera razón del "por qué". Sin aparente motivo, parecía que el rediseño de la ciudad lo estuviera haciendo un skater.

Luego también está el clima, del que no hace falta añadir mucho. Basta con decir que llueve poco y que no es una ciudad muy fría. Y el tercer motivo que esgrime el experto en antropología es la promoción del turismo: "El skate, como imagen urbana, ha sido explotado desde la Administración como imagen fresca, moderna". Lo compara con lo que ocurre en la actualidad en el surf: "Se están vendiendo coches o másters en universidades con imágenes de fondo del surf en una ciudad donde igual hay 40 días de olas al año. Esto no es una ciudad surfera, californiana".

Explica Camino que, como en el caso de la arquitectura, "no es algo premeditado, sino que forma parte de la lógica expansiva de la globalización. Si hay que inventarse el surf o las olas en el Mediterráneo, nos las inventamos". Bien es cierto también que este punto es uno de los que ha recibido más críticas, ya que si por una parte se explotaba esta imagen, también es cierto que la cultura skater ha sido históricamente muy perseguida por parte de las autoridades a todos los niveles.

En cualquier caso, el profesor de la URL termina su relato advirtiendo de las consecuencias de querer construir "una imagen de la ciudad moderna y vanguardista que expulsa algunas ideas o imágenes que no pueden formar parte de este relato. Si Barcelona está en el mapa del mundo, la vivienda también es un mercado que se internacionaliza. Hay barrios en los que hay entre 10 o 15 desalojos semanales. Si la lógica es esta, nadie nos va a echar en falta, aquí slo queremos gente que compre, que invierta".