El salto más alto de la historia en Death Diving: 34,25 metros
El francés Côme Girardøt, experto en dødsing, releva al noruego Stornes en el honor de ser quien ha saltado desde un acantilado más alto de esta disciplina.
Hace ya unos años que en As Acción entrevistamos a Joan Florit 'Fly', el mayor experto en Death Diving en España. Un tipo que posee el récord de España del salto más alto jamás completado en esta disciplina: 23 metros y que nos contó que el origen oficial de este deporte tiene lugar en la piscina de Frognerbadet (Noruega), donde los chicos jóvenes se colaban y saltaban para impresionar a las chicas.
En este contexto, parece normal que hasta ahora, el poseedor del récord del mundo de lo que literalmente se traduciría como "salto de la muerte" fuera también noruego. En conreto era Ken Stornes y lo tenía desde el 21 de agosto del 2021, cuando saltó desde un acantilado de 31,3 metros en las frías aguas de su Oslo natal.
El anterior récord lo tenía en 27 metros y desde 2019 Emil Lybekk, que se tiró desde una grúa de construcción para una acción publicitaria de una marca de calzoncillos llamada Comfyballs. Para ponerlo en contexto, en las competiciones hay que saltar desde un mínimo de 10 metros de altura, pero no suelen ser en más de 12.
Pero ahora ha llegado un francés, Côme Girardøt, para llevar la marca unos cuantos metros más arriba. Según explica a través de su propio Instagram, donde ha ido relatando su "Proyecto Junio" (con el que cada día subía un salto en el que subía un metro sus saltos) ha saltado ni más ni menos que 34.25 metros.
Antes de que alguno se piense que esto va de pegarse un planchazo e irse calentito a casa, cabe decir que nada más lejos de la realidad. La disciplina consiste precisamente en entrar al agua con manos y pies (o codos y rodillas) por delante, no con la barriga. Antes, freestyle. En este caso, entrando a casi 100 kilómetros por hora al agua... "Mucho más por venir. Esto es solo el principio", amenaza Girardøt.