Sobrevive a la picadura de un pulpo de anillos azules en una playa surfera
Sus picaduras a humanos son tan poco habituales como letales. No existe antídoto y solamente la rapidez y la respiración artificial pueden ser la salvación.
Si en As Acción se habla de Chinamans Beach lo normal es que sea por el surf. Esta playa, como la mayoría de las de Nueva Gales del Sur (Australia) es conocida por el surfing. Pero a pesar de los surfistas que pasan por allí, esta vez la "víctima" es una mujer de unos 30 años que simplemente nadaba entre las olas.
El caso es que mientras nadaba, la mujer encontró una pequeña concha y como muchas personas, la recogió para verla bien. Mientras la tenía en su mano, una pequeña criatura cayó de dentro, aterrizó sobre su estómago y en un momento la mordió dos veces. Si no llega a ser por la medicina moderna, aquí hubiera acabado su vida, porque esa criatura era un pulpo de anillos azules, uno de los animales más venenosos del mundo. Una criatura de la dimensión de una pelota de ping-pong que lleva veneno para matar a 26 personas adultas.
"A simple vista parece inofensivo", dicen en Ocean Conservancy a The Inertia. "Su colorido psicodéligo y aspecto diminuto lo hacen parecer más adorable que alarmante, pero no hay que dejarse engañar por su apariencia, te puede matar y hacerlo rápido", añaden. En concreto, con una neurotoxina llamada Tetrodotoxina -la misma del pez globo- que usa para cazar pequeñas criaturas como cangrejos, camarones o pequeños peces. Les introduce el veneno, paraliza la presa y se la come mientras no puede moverse.
No existe antídoto conocido y uno de los peligros es que los síntomas -náuseas, pérdida de visión, habilidades motoras, parálisis muscular e incapacidad para respirar- pueden no aparecer al momento y, cuando lo hacen, que sea demasiado tarde. Por suerte para esta mujer, supo de la picadura desde el primer momento, pudo avisar a los servicios de emergencia y pudieron colocarle la respiración artificial rápidamente. La estabilizaron y tras unos días en el hospital parece que va a recuperarse y no va a engordar la lista de muertes por este pequeño animal. Una lista que por suerte es solamente de 3 personas desde los 60's, 2 de ellas en Australia, tierra de surf. Pero que demuestra que el pulpo de anillos azules es más de esconderse y no buscar problemas con humanos.