Andrea Humphreys y un amigo suyo realizaron una inmersión este mes de octubre en busca de algún pulpo gigante, también conocido como pulpo gigante de California o pulpo del Pacífico Norte. Son unas criaturas difíciles de ver, así que no tenían muchas esperanzas. Pero no solo le encontraron sino que acabó jugando con ellos durante media hora y hasta les repartió algún que otro abrazo con sus tentáculos.

"Por lo general, cuando encontramos pulpos están escondidos en sus guaridas, resguardados en pequeñas grietas, debajo de rocas o en troncos abiertos", explica Humphreys al Vancouver Sun, por lo que añade que "verlo a mar abierto fue bastante raro". Según cuentan en IFL Science, aunque esta especie puede llegar a medir 9 metros (el del récord...), los tentáculos de este podrían rondar los 3 metros.

En otro periódico como el The Guardian, los protagonistas de la historia aseguran que "cada vez que retrocedía el pulpo venía hacia nosotros, era tan asombroso como inspirador". En ningún caso amenazante o tenso, porque como buenos expertos tenáin claro que "el color rojo es el color normal, si se pone blanco significa que está enfadado; el color es un indicador muy bueno". Así, se dejaban abrazar: "Se paseaba por la cámara, por los labios, daba abrazos, tenía sus tentáculos en la cara y en la máscara".

El encuentro tuvo lugar en las aguas de Campbell River, una pequeña población en la isla de Vancouver Island (Canadá) donde viven un montón de criaturas marinas. Entre ellas el pulpo gigante. Las aguas frías y claras, con grandes bosques de algas marinas, lo convierten en un paraíso del buceo. Y aunque los tiburones gigantes no sean fáciles de ver, cuando alguien lo consigue y lo graba, merece la pena verlo.