El freeride ante el cambio climático: adaptarse o morir
El cambio climático afecta a la disciplina más extrema del esquí y el snowboard. Lo explican desde el Freeride World Tour y una de sus riders, Anna Orlova.
Los deportes de invierno han sido una parte integral de la cultura y el entretenimiento durante siglos. Desde patinar sobre hielo hasta esquiar en la nieve, estos deportes han atraído a millones de personas en las montañas en busca de aventura y diversión. Sin embargo, con el cambio climático acelerado, la nieve y el hielo se están desvaneciendo a un ritmo alarmante, poniendo en peligro la existencia de estos deportes y la economía que depende de ellos.
En este contexto, el Freeride World Tour y una de sus riders estrella, Anna Orlova, detallan cómo está afectando el calentamiento global a la competición y a los riders de la discipina más extrema del esquí y el snowboard, así como qué se puede hacer para protegerla en un futuro incierto. Por parte del FWT hablan su CEO, Nicolas Hale-Woods, y la Responsable de Sostenibilidad, Alicia Cenci.
Freeride World Tour: "Todavía hay años dorados por delante"
En el FWT la falta de nieve os afecta mucho más porque no tenéis la opción de nieve artificial como en el caso de las competiciones de freestyle u otras modalidades, ¿qué medidas habéis tenido que tomar en los últimos años?
Las competiciones de freeride tienen que jugar con lo que la naturaleza propone. Las diferentes "herramientas" de las cuales disponemos son tener una ventana de varios días para la prueba, aplazar las fechas de las competiciones, cerrar algunas partes del lugar de la competición, cambiar el lugar o, por ejemplo, organizar la competición en nieve primavera como hicimos en Ordino Arcalís en 2022.
En el caso de los riders, ¿os han dicho algo sobre las condiciones de la nieve cuando no está en un estado óptimo para la competición?
Los atletas de freeride se tienen que adaptar a las condiciones de la nieve en competición, como hacen todo el invierno cuando entrenan o filman, puesto que las condiciones no siempre son perfectas. Los mejores freeriders son los que pueden adaptar y dominar todas las condiciones de la nieve. Obviamente, el escenario perfecto es competir en nieve polvo todo el tiempo. La realidad es diferente. Este es uno de los intereses de las competiciones freeriding: tenemos que adaptarnos a la naturaleza, y es mágico cuando la nieve polvo y el cielo azul se alinean.
Como organizadores de la competición de freeride más importante, ¿qué medidas se toman cuando se organiza cada competición para ser más sostenible?
Desde la temporada 2020, el FWT ha estado implementando un proceso de mejora continúo, comprometiéndose con un programa anual de sostenibilidad que tiene objetivos a largo plazo en 3 ejes: reducir el impacto de carbono del FWT, promover una práctica más segura del deporte y promover una práctica más igualitaria del deporte.
En cuanto a la parte ecológica, calculamos nuestra huella de carbono para identificar claramente qué es lo que más afecta a nuestra actividad y donde podemos reducirla. Una vez identificado, hemos establecido un plan con unos plazos y KPI para medir y conseguir nuestros objetivos.
En este sentido no fue ninguna sorpresa detectar que el FWT tenga su mayor impacto en la movilidad y los viajes vinculados a organización, medios y público. Por ello estamos optimizando los viajes que gestionamos (personal, medios de comunicación, equipación...) y estamos fomentando el uso de la movilidad sostenible y el transporte público a todas las otras partes interesadas que acuden a nuestros acontecimientos (riders, socios, público).
Este es el enfoque más importante. Luego hay algunas acciones más pequeñas que no reducirán tanto nuestro impacto pero que no por ello son menos importantes: un proceso de reciclado eficiente en HQ y en los eventos (tanto en el centro turístico como en la montaña), reduciendo la cantidad de envases vinculados a toda la comida que servimos, reduciendo la cantidad de carne utilizada en la comida que servimos, evitando tanto como sea posible los artículos de un solo uso, reutilizando o reciclando todas nuestras pancartas, elegiendo piezas recicladas para lo que producimos... No somos perfectos y no pretendemos serlo, pero es mejor intentar hacer algo que sentarse y esperar.
Finalmente, ¿qué futuro tiene el freeride si continuamos experimentando las altas temperaturas en medio del invierno?
Hemos tenido temperaturas secas y cálidas en Navidad en los Alpes desde que recuerdo a mediados de los años ochenta, de forma que este fenómeno no es nuevo. Ahora, el calentamiento global es un hecho, y las estaciones de esquí de baja altitud sufrirán cada vez más. El calentamiento global no significa menos precipitaciones y, por lo tanto, sigue habiendo nieve excelente a altitudes medianas y altas en los últimos años. Este comienzo de invierno es perfecto en Japón, California y Utah, por ejemplo. También están saliendo destinos "nuevos" como Turquía, Georgia, Kazajistán, etc. Así que el freeride aún tiene años dorados por delante.
Anna Orlova: "La temporada empieza más tarde y acaba antes"
¿El cambio climático está cambiando la manera en la que practicamos los deportes de invierno?
Sí. He estado compitiendo durante muchos años y existe una clara tendencia a que las condiciones sean más duras. Hay menos nieve en las estaciones de esquí de todo el mundo. Esto aumenta el riesgo de lesiones y la probabilidad de cancelar competiciones.
Por supuesto, la temporada empieza más tarde y acaba antes. También muchos lugares interesantes para el esquí se vuelven imposibles porque no hay bastante nieve; se ha fundido a causa de las altas temperaturas y muchos días de sol. Sigo los registros de temperatura en mi valle y durante varios años seguidos se han disparado los registros de temperaturas, siendo más cálidas en enero, febrero y marzo, los meses más importantes para esquiadores y snowboarders.
¿Cómo crees que afectará los deportes de invierno a largo plazo?
Es difícil adivinar como cambiará el clima en el futuro, nunca hemos pasado por estos escenarios, probablemente el deporte se adaptará a las condiciones, lo único que podemos hacer es intentar hacer el mínimo mal al medio ambiente.
De las respuestas de ambos se desprende que el cambio climático está teniendo un impacto profundo en los deportes de invierno y en la economía que depende de estos. Pero también que todos ellos no están de brazos cruzados sino intentando minimizar ese impacto y que, de momento, quedan unos cuantos años de freeride por delante. Cuantas más organizaciones y agentes trabajen juntos para abordar este problema, más años serán.