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AVENTURA

Graban el acecho de un oso polar a un grupo de excursionistas

Se han convertido en virales dos vídeos en los que un oso polar y un alce acechan a sendos aventureros en la nieve. Uno acaba subido a un árbol.

Actualizado a
La cara de un oso polar que acecha a un excursionista en Ontario, Canadá.
YouTube

Siempre hemos dicho que una de las cosas más espectaculares de los deportes outdoor, como su propio nombre indica, es que ocurren outdoor. Y en su mayoría, en plena naturaleza. Eso significa, también, que se convive en ese espacio con la flora y la fauna de cada lugar, las cuales son más o menos peligrosas según la zona. En Canadá, por ejemplo, el ambiente es de lo más salvaje. Que se lo digan a los protagonistas de los dos vídeos que se han convertido en virales en los últimos días.

El oso polar

Tenso encuentro entre un grupo de excursionistas y un oso polar en el norte de Ontario, Canadá. Las imágenes de este joven oso acechando a los excursionistas y mordiendo una chaqueta a ver qué rascaba se grabaron, concretamente, en las afueras de la población de Peawanuck, en la frontera del Polar Bear Provincial Park (el nombre es bastante explícito). Seguramente el grupo ya tendría experiencia con encuentros de este tipo con el carnívoro más grande del mundo. Y si no es así, hay que decir que por ser su primera vez actuaron muy bien y consiguieron no convertirse en su cena, que sería el objetivo mínimo en una situación así.

El alce

El alce no es carnívoro, pero también es el miembro más grande de su familia, en este caso de los cérvidos. Su cornamenta intimida a cualquiera, sea más o menos imponente. En concreto, en el vídeo que se ha convertido en viral, intimida a un hombre de Red Deer, Alberta (Canadá) identificado como David Meredith. Salió de paseo nocturno cuando se encontró con el alce. Tal y como cuenta a CTV News, inicialmente se escondió tras un árbol y estuvo observándole. Pero entonces el animal se percató de su presencia y cargó. Fue entonces cuando el autor del clip decidió escalar un árbol y refugiarse allí. Pasaron entre 10 y 15 minutos hasta que el alce perdió interés en el susodicho. Fue en ese intervalo cuando Meredith sacó su teléfono y grabó el encuentro. Lo mejor de todo es que recree toda la escena para los reporteros. Eso es predisposición.