Paul Nichols era un joven surfista de Cocoa Beach (Florida), la playa que vio nacer y crecer al 11 veces campeón del mundo de surf, Kelly Slater. Falleció a los 35 años en un accidente de surfing, le incineraron y su última voluntad fue repartir sus cenizas en 44 botellas y tirarlas al mar para que quien las encontrara esparciera sus cenizas por la zona. Así lo hizo su padre, en marzo del 2020, desde Cabo Cañaveral.

Según explican en Telemariñas, una de esas botellas, la 44 precisamente, ha ido a parar a la costa de Oia, a 6.500 kilómetros de distancia. En concreto a la zona de A Centinela, en As Mariñas, donde un vecino de Mougás que paseaba por las piedras la encontró. Era una botella de Whisky recubierta con espuma de poliuretano verde para protegerla de los golpes, así como envuelta con un billete de dos dólares y un pequeño papel (ambos plastificados) con el mensaje "ábreme".

Dentro, Secundino Vicente pudo leer el mensaje que contenía y que explicaba dicha historia, que venía acompañado de un tubo de plástico de unos 5 centímetros con sus cenizas. "Ahora, parte de sus restos ya descansan en la costa de Oia", explicaba este gallego de 59 años que cumplió con la última voluntad del surfista.

Pero había alguna petición más: el mensaje explicaba que los 2 dólares eran "para que quien encuentre el mensaje se tome una cerveza a mi salud en un bar de playa"; quería que la botella se colgase en la pared de un bar "para ser un simpático fantasma de chiringuito con el que la gente se pueda hacer fotos"; y por último, ponía el correo electrónico de su hermana para que la contactaran y pudiera explicar a su hija, Zoe, "que sigo surfeando por el mundo".

Esto último fue exactamente lo que hicieron desde el periódico digital gallego, quienes publican la respuesta de la hermana: "Estuvimos llorando todo el día al enterarnos. Sentimos que este es un mensaje de arriba. Mi hermano era buena persona y traía la alegría a la familia". También explica que de momento han aparecido cinco botellas, contando la gallega. El resto, en Estados Unidos: Luisiana, Bahamas, Texas y la propia Florida.