Un ciclista se graba a todo gas para llegar al nacimiento de su hija
Tomomi Nishikubo, el piloto de MTB más viral de Japón, publica un nuevo vídeo en el que simula que corre porque su primera hija está en camino.
Le das al play y sale Tomomi Nishikubo montando en bici tranquilamente, sacando el teléfono, echando unas fotos y recibiendo un mensaje de su mujer: "Tomomi, ven corriendo a casa, viene la niña". A partir de aquí empieza un espectacular circuito por la ciudad para llegar a tiempo al nacimiento de su primera hija y que ha publicado en YouTube bajo el nombre de "Baby is coming".
"Mi primera hija, Emma, nació el pasado 17 de octubre. Lo cierto es que quería hacer un vídeo para celebrarlo, así que grabé Baby is coming. El proyecto se rodó en Japón, en las ciudades de Osaka, Tokio y Yokohama. Me llevó cerca de un año completar esta película ya que debido a una lesión en el hombro tuve que dejar de grabar durante 4 meses. ¡Estoy muy contento de volver a montar en bici y absolutamente feliz de tener a mi hija en brazos! ¡Quiero agradecer a mi esposa y a todos los que me ayudaron a recuperarme de mi lesión y hacer realidad este proyecto!"
- Tomomi Nishikubo.
Empieza a una rueda y a toda velocidad por escaleras en subida, en bajada, derrapes sobre olas de asfalto, equilibrios en barandillas, saltos grandes, el paso por una tienda de productos para bebés para comprar un biberón, más saltos imposibles, escaleras interminables, paseos a tocar del agua, la pérdida y recuperación del biberón con un salto al agua, un cambio de ropa, un trago a un Red Bull, más trucos increíbles entre tejados, un slalom entre conos de espaldas y con solamente la rueda delantera, el cruce más que peculiar de un puente y el riesgo que toma en otro como prueba estrella de su equilibrio... y la llegada al hospital, con imágenes incluidas de su hiija.
Luego viene un trozo de making of con caídas, risas, alegrías, imágenes no vistas, intentos fallidos, algún secreto de la grabación, imágenes en el hospital y una tremenda imagen final con el biberón en manos de la niña y una sonrisa. Aunque es evidente que "todo es mentira", el argumento tiene su gracia y sus trucos le permiten ganarse el apodo del "Fabio Wibmer japonés".