Billabong también vende su casa en la ola más famosa del mundo
Las marcas punteras de surfing siguen perdiendo patrimonio en el North Shore de Hawái (Estados Unidos), la zona de surf más famosa del mundo.
La industria del surf ya no es lo que era. Las marcas punteras, aquellas que dominaron no solo el mercado surfista sino prácticamente global -todo el mundo quería un pedacito de surf en su camiseta- han entrado en un circuito de ventas y compras por parte de otros grupos que parece no tener fin.
Por poner en contexto: en 2015, Quiksilver había perdido casi un 80% de su valor de mercado y la "rescata" Oaktree Capital. Ya bajo el paraguas de Boardiders (DC, Roxy, RVCA, Element, Xcel, etc) compran también Billabong entre finales de 2017 y 2018 tras unas pérdidas de récord y por 250 millones de euros. En 2019 caería la tercera pata de las marcas australianas que dominaron el mercado, Rip Curl, comprada por la multinacional neozelandesa Kathmandu por 236 millones de dólares.
Esa era la primera fase de su caída. La segunda ha sido dejar de patrocinar algunos riders insignia de las marcas debido a sus elevados contratos. Sin embargo, han seguido patrocinando eventos de la World Surf League y otros de menos relevancia, así como surfistas más jóvenes. Pero el siguiente paso ha sido empezar a vender o dejar patrimonio. Así, Quiksilver se vendió sus headquarters en Francia y en Australia. O tan solo hace unos meses, por ejemplo, Quiksilver dejó de ser la arrendataria de una mansión de madera frente a Pipeline, en el North Shore de Hawái, en la que llevaban 12 años. Pagaban un alquiler de unos 1000 dólares por noche.
Ahora ha sido el turno de la icónica casa de Billabong, también en Pipeline, propiedad de la enseña durante los últimos 20 años y por donde han pasado surfistas de la talla de Andy Irons, Joel Parkinson o Italo Ferreira, todos ellos campeones del mundo e incluso olímpicos, como este último. También Shane y Jackson Dorian, que mostraban la casa en este vídeo:
En este caso no ha trascendido el importe de la operación, pero sí se sabe que de momento no será el fin de una era. Y es que según informan los medios estadounidenses, el nuevo propietario ha accedido a que Billabong continúe siendo la arrendataria de esta casa. “Seguirán siendo los headquarters de la marca y del Billabong Pro Pipeline durante los próximos años”, explicaba el Global Manager de la marca, Mark Weber.