Quim Garcia lleva más de 20 años vinculado al mundo de los deportes urbanos. En los últimos 8 ha ejercido de Director Deportivo del Extreme Barcelona, un cargo que le viene como anillo al dedo dado su conocimiento de la escena local e internacional, así como las nuevas tendencias, experiencia que le permite seleccionar aquello más destacado y relevante para cada edición del festival de referencia de la Ciudad Condal.

Quim, ¿cómo, cuándo y por qué nació el Extreme Barcelona?

Nació en 2008, a raiz del impulso de los action sports que tenía -y tiene- Barcelona como ciudad. No en vano está considerada como el epicentro mundial del skateboarding y tiene un amplio reconocimiento de todas las disciplinas streeteras como el BMX, el Inline, el Scooter... Había una necesidad de crear un evento que respondiera a estas expectativas.

En todos estos años, el evento ha tenido una evolución. ¿Nos la detallas un poco y nos explicas hacia dónde va?

La idea inicial se focalizó en dar visibilidad a la realidad de Barcelona, uniendo los deportes de acción de agua, calle y nieve. Todo esto evolucionó a los urban sports y la idea básica ha sido, dentro de esto, centrarse en los deportes con más presencia a nivel social y olímpico. 

Actualmente el concepto se abre a la realidad, que no es otra que la fusión entre cultura y deporte, algo tan evidente como necesario. Este año ponemos una primera piedra con la música al mismo nivel de protagonismo que el deporte y con las batalla de gallos, el rap, el trap, el hip hop, el arte urbano... los siguientes pasos incluirán varias sorpresas.

Dentro de esta evolución ha habido también un cambio de fechas. ¿A qué responde?

Te voy a contestar como alguien que es de Barcelona y que ha estado muy presente en todas las ediciones: lo que ocurría en junio es que teníamos un fin de semana increíble con dos festivales de música electrónica que nos escondían un poco. Así que el cambio de fechas simplemente quiere dar más visibilidad al evento, con un protagonismo importante dentro de las Fiestas de la Mercè.

De todos estos años, ¿con qué momentos te quedarías?

Yo creo que en la historia del Extreme Barcelona hay dos momentos importantes. El primero es cuando decidimos dividir los parques entre Central Park y Street Plaza. Permitió oxigenar la oferta y especializarnos. El segundo fue en 2018, con el park más grande que hemos tenido. Fusionado con el Big Air de Dirt y el impacto visual que generaba para quienes llegaban al Auditorio principal... creo que es de los recuerdos más bonitos que quedarán para siempre.

Acabo: con todos estos años de trayectoria en el sector de los action sports, ¿cómo los ves?

Creo que hay tres palabras clave: impulso, promoción y globalización. Con todo el protagonismo que tienen con la gente joven, estamos ante una oportunidad para que los organismos públicos -no solo de aquí sino a nivel mundial- les den la importancia que merecen para poder organizar más proyectos como el Extreme Barcelona. Solo así habrá más oportunidades para que más atletas y apasionados del sector se puedan dedicar a ello profesionalmente.