Si hay algo indiscutible en la figura de Tony Hawk es el hecho de que siempre ha sabido cómo hacer dinero con el skateboarding. No en vano es el skater con más patrimonio de la historia. Y nunca deja de sorprender: esta vez ha comercializado una línea de tablas de skate -edición limitada- pintadas ni más ni menos que con su propia sangre.

El skater de 53 años se ha unido con Liquid Death, marca de agua enlatada, para sacar adelante este proyecto. El proceso es muy sencillo: le sacaban sangre, la pasaban por un proceso de higienización, la mezclaban con pintura roja y la usan para los gráficos de la tabla de skate, que es el Thirst Executioner con una calavera de halcón (Hawk) en una mano y una hacha sangrienta en la otra.

"Estoy profundamente agradecido de tener una conexión con mis fans y me gusta cómo Liquid Death conecta con los suyos", explicaba Tony Hawk, que pasa a ser embajador de la marca de agua. "Esta colaboración lleva estas conexiones a un nuevo nivel, me he dejado literalmente mi sangre (¿y mi alma?) en estas tablas de skate", añadía. Grabaron todo el proceso en vídeo y lo resumieron en un minuto:

La línea de tablas de skate de Tony Hawk con Liquid Death es una edición limitada de 100 unidades a 500 dólares. Cada ejemplar viene acompañado de un certificado de autenticidad y lo cierto es que se han agotado a las pocas horas de salir al mercado. Cabe destacar que parte de los beneficios obtenidos por esta venta (50.000 dólares) irán destinados a dos organizaciones benéficas. Por un lado a The Skatepark Project, que se dedica a construir skateparks por todo el país; y por el otro a 5 Gyres, que lucha contra los residuos plásticos y por la protección del medio ambiente.