A principios de la semana pasada, una ballena franca austral -y su cría- fue vista en Christies Beach, al sur de Adelaida, la capital costera de Australia Meridional. El espectáculo natural atrajo a mucha gente a la orilla porque, tal y como indicaban los expertos, no es habitual que estos avistamientos se produzcan tan cerca de un área metropolitana como la de esta ciudad australiana.

Las preocupaciones empezaron con varias denuncias en redes sociales y llamadas a la policía durante el fin de semana, advirtiendo de que un kitesurfista estaba navegando cerca del ejemplar y de su cría, indicando que ya había ocurrido también el viernes. Los testigos aportaron fotos y una descripción del hombre y poco después fue detenido.

La policía acusa al hombre de 32 años de Old Reynella de molestar -dos veces- a un animal protegido sin mantener la distancia de seguridad. Comparecerá ante un juez de Adelaida durante el mes de agosto.

Según la ley del Sur de Australia, las ballenas y los delfines son especies protegidas. Especialmente cuando hay una cría cerca. "Nunca hay que alimentarles o molestarles, es ilegal y daña al animal", recuerdan las autoridades policiales. En este sentido, la ley no permite acercarse a menos de 100 metros de un adulto y a menos de 300 cuando se trata de una cría. Algo que el kitesurfista no estaba respetando.

Desde Kiteboarding South Australia (KSA) dijeron que estaban al tanto del incidente y que su autor estaba arrepentido de lo que había hecho. Asimismo, se comprometía a no navegar más por la zona hasta que los ejemplares de ballena franca austral hubieran partido hacia otro lugar. Y por otro lado, la policía inició una investigación para determinar de quién era un dron que sobrevolaba a las ballenas y que tampoco tenía permitido hacerlo. Los testigos también dejaron constancia de ello a través de varias fotos y denuncias.