A principios de mes Varo Hernández tenía ante sí las dos citas más importantes a las que jamás se había enfrentado como rider de Flatland profesional. Seleccionado por la RFEC para representar a España en el Europeo y el Mundial, las dos competiciones quedaban separadas por apenas 6 días en el calendario sumando una gran presión a la ya de por sí complicada temporada. Pues bien, Hernández consiguió firmar una (casi) perfecta semana logrando la plata en el europeo y una más que meritoria sexta posición en el mundial. El trabajo duro tiene su recompensa.

Madrileño del popular barrio de La Prospe, Varo descubre a los 13 años el BMX provocando en su vida un vuelco de 360 grados. A partir de entonces todo empieza a girar entorno al Flatland, disciplina del BMX que busca la realización de trucos y combinaciones en equilibrio sobre la bici en una superficie plana.

Creativo y perfeccionista, Varo encuentra en el Flatland el medio perfecto para expresarse y compartir con compañeros de disciplina un estilo de vida único que le ha llevado a viajar por todo el mundo participando en competiciones de primer nivel, trabajar haciendo exhibiciones en lugares como el Ferrari World de Abu Dhabi y colaborar en proyectos con marcas internacionales de primer nivel.

A lo largo de los últimos años Varo ha compaginado sus estudios superiores con la competición y los proyectos, gracias en parte a la inestimable ayuda de su entrenador Martti Kuoppa, leyenda internacional del BMX Flatland. Todo este trabajo ha dado ahora sus frutos en una épica semana que le han llevado a proclamarse subcampeón de Europa en los Ruhr Games que tuvieron lugar en Bochum (Alemania), y apenas 6 días después a completar una gran actuación en los Mundiales de Montpellier (Francia) colándose en las finales y terminando sexto del mundo.

Con 25 años a Varo aún le queda lo mejor por venir en su carrera profesional como rider de Flatland, una disciplina cuyo grado de perfeccionamiento conlleva que la madurez de los especialistas se de en la treintena. Así pues, todo hace indicar que el flatland nacional tiene un gran futuro por delante.