Graham Smith es un irlandés de 43 años que un par de veces al año sale a pescar tiburones frente a la costa del condado de Donegal, en Irlanda. Así lo explica en The Sun, el periódico que ha publicado el vídeo de su última aventura, el momento de más angustia desde que realiza estas salidas en busca de escualos, el peor momento de su vida, segúna explica.

En las imágenes se puede ver a Smith pescando tranquilamente en las -ese día tranquilas- aguas del cabo Malin, que se convertían completamente una vez salías a mar abierto. Su objetivo era el marrajo común o tiburón de aleta corta, una especie de elasmobranquio lamniforme de la familia Lamnidae que puede alcanzar los 4 metros de longituz y que destaca por su astucia.

En un momento dado, el tiburón abre la boca, muestra sus dientes y muerde el anzuelo que le había puesto el pescador. Y tras una lucha de varios minutos, el hombre del kayak pierde el control de su embarcación, el marrajo arrastra el sedal justo por encima de su hombro y acaba volcando. Lo que viene después son momentos de tensión y miedo que se resuelven gracias a que había gente conocida a su alrededor con embarcaciones a motor. Gritó muy fuerte y pudieron rescatarle, remolcar su kayak y dar la vuelta a una situación cuanto menos tensa.

Aunque no era la primera vez que volcaba en kayak mientras pescaba en los 14 años que lleva con esta afición, sí era la primera que lo hacía por culpa de un tiburón. Pero según explica Graham Smith al periódio británico, lo único que hubo que lamentar tras el incidente con el tiburón es la pérdida de más de 600 dólares en equipamiento. En concreto, dos cámaras de vídeo de alta definición y su teléfono móvil. El resto, por suerte, estaban atados al kayak y eran resistentes al agua.