El tiburón es un animal fascinante, el gran depredador marino. Aunque las películas y las noticias, en general, han contribuido a crear la imagen de animal temible que tiene actualmente, lo cierto es que lo más habitual es que ignore a las personas. De hecho, no las considera presas, por lo que la mayoría de ataques tienen que ver con confusiones (con surfistas), provocaciones (buceadores que les tocan sin la experiencia necesaria) o competencia (con alguien que practique pesca submarina, por ejemplo).

Cuando no ocurre nada de esto, se pueden dar escenas tan espectaculares como las que han grabado desde Sea Dragon Films. Sumergidos en algún lugar de las islas Neptuno, en el sur de Australia, de repente, los buceadores de esta productora se encontraron con un gran tiburón blanco que parece curtido en mil batallas, con arañazos y cicatrices por todo el cuerpo. "Parece que haya pasado 20 años en el fondo marino y de repente haya decidido volver a la superficie", dice uno de los comentarios del vídeo. Tal cual.

Desde la propia productora, expertos en grabar este tipo de imágenes de tiburones, dan su propia versión: "Es un hermoso tiburón que ha sobrevivido a tiempos difíciles. La hipótesis más realista debería ser que haya tenido un accidente con la hélice de un barco grande o que quedara atrapado entre un banco de atunes, lo cual suele ser habitual. Sin embargo, en alguno de sus pases más cercanos ante la cámara, apreciamos cicactices antiguas, nuevas y más nuevas que son parecidas. Desafortunadamente, dudo que alguna vez sepamos con certeza qué se las ha causado, pero también podrían ser de arrecife o de lucha con animales como las rayas. Si de algo estoy seguro es que no son ni de orcas ni de apareamiento".

Tiburones brillantes

Al mismo tiempo que se grababan estas imágenes del tiburón blanco, se ha hecho público un hallazgo que no hace sino confirmar lo fascinantes que pueden llegar a ser los escualos. Ha sido en Nueva Zelanda y el estudio consiste en el descubrimiento de tres especies de tiburones que se aprovechan de la bioluminiscencia (brillan en la oscuridad) para cazar. Uno de ellos es el tiburón cometa y los otros dos son tiburones de aguas profundas: el tiburón linterna de vientre negro y el tiburón linterna del sur. Estos son más difíciles de ver por un buceador, ya que están unos cuantos metros más abajo que el tiburón blanco protagonista del vídeo...