Anon y WaveCel presentan "la tecnología que cuida el cerebro"
Calificada como uno de los mejores inventos del año, la tecnología que nació para los cascos de bici llega ahora al mundo de la nieve.
La discusión de si los cascos son efectivos y funcionan contra las lesiones craneales traumáticas, como las conmociones, no es nada nuevo. Pero la tecnología no deja de avanzar y hoy descubrimos WaveCel, una nueva y revolucionaria tecnología que junto a los cascos Anon, prometen proteger contra las concusiones en los accidentes comunes en las pistas de esquí.
El caso es que las laceraciones o moretones son las lesiones de las que nos puede proteger un casco tradicional de espuma, pero la realidad es que los accidentes más comunes en la nieve casi siempre van acompañados de giros y golpes en ángulos extraños, es por eso que es tan difícil prevenir las concusiones y conmociones cerebrales con un simple casco.
La fuerza más peligrosa en caso de accidente o choque es la llamada aceleración rotacional, que es aquella que hacer girar la cabeza a gran velocidad debido al impacto. Como mayor es esta fuerza, más riesgo tenemos de sufrir una lesión cerebral.
Las nuevas tecnologías que se están desarrollando buscan minimizar y contrarrestar esta fuerza para que, en caso de accidente, no sea suficiente para causar una lesión cerebral grave.
Te preguntarás, ¿cómo es posible reducir una fuerza rotacional para que no sea peligrosa? El ingeniero biomecánico Dr. Michael Bottland y el cirujano ortopédico Dr. Steven Madey llevan colaborando juntos durante 25 años realizando avances en la cura de fracturas, lesiones pélvicas y torácicas y la prevención de lesiones cerebrales. Ellos escriben que para disminuir las fuerzas rotacionales tan peligrosas hay que poner el foco en tres pasos: desviar, absorber y distribuir.
La fuerza del impacto no se puede hacer desaparecer por arte de magia, pero sí se puede desviar hacia ángulos menos peligrosos para nuestra cabeza. Asimismo se puede absorber y se puede distribuir para que haya menos concentración de esta energía en un solo punto.
Aquí es donde aparece WaveCel, una estructura con células plegables insertada dentro del casco que funciona como una barrera que permite deformación y ayuda a absorber la fuerza del impacto antes de que esta llegue a tu cabeza.
Esta barrera actúa y se deforma en tres pasos para lograr los resultados deseados: primero, las células se flexan para reducir las fuerzas de fricción iniciales; después, las células se arrugan como el parachoques de un coche cuando de produce el impacto; y finalmente, WaveCel se desliza para redirigir la energía del impacto y que no vaya a la cabeza.
Si bien es cierto que hay otras tecnologías en el mercado que ya intentan mitigar esta fuerza rotacional, como es el caso de la archiconocida MIPS, que es una tecnología que utiliza el deslizamiento para intentar reducir las energías del impacto, en el caso de Wavecel aseguran que se ha podido probar que su tecnología ayuda a reducir las fuerzas rotacionales en un 60%.
Ya no hay excusas para no ponerse el casco, y las cifras demuestran la aceptación general del público: en Estados Unidos un 86% de los practicantes de esquí o snowboard utilizan el casco, e incluso en el grupo con menos usuarios de esta protección, lo que tienen entre 18 y 25, el porcentaje de usuarios es de un 82%. La tecnología WaveCel ya está disponible para los amantes de los deportes de invierno integrada en los cascos de Anon...