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Jeremy Jones: referente del freeride, empresario y activista ambiental

Este freerider estadounidense, que sueña y trabaja por un mundo mejor, lidera una marca de snowboard, así como una fundación de protección de las montañas.

El snowboarder Jeremy Jones sonriendo, con gafas de sol y manga corta y haciendo el señal de la victoria, justo antes de bajar por una canal llena de nieve en la montaña.
Instagram @jeremyjones

Cuando ves a Jeremy Jones en carne y hueso siempre te llevas una sorpresa porque es un hombre relativamente bajito y aparentemente tímido, por lo que no te encaja con todo lo que ha conseguido a nivel deportivo, empresarial y en activismo medioambiental.

Automáticamente después de pensar “siempre me lo imagino más alto” y cuando te dirige la mirada, consigue cautivarte al instante. Jeremy Jones es una de aquellas personas que transmite entereza y carisma desde la honestidad y el trabajo y esto se aprecia en todo lo que ha hecho.

Una visita a su hermano le cambió la vida

Jones (14 de enero del 1975) vive en Truckee, California pero creció en Cape Cod, Masachussetts al este de los Estados Unidos. Empezó a hacer snowboard con 9 años y obtuvo su primer sponsor, Rossignol, a los 14 años. Su primera competición profesional no fue hasta las 16 años. De camino a este evento su perspectiva cambió por completo.

El caso es que durante el viaje a la competición de California decidió visitar a su hermano en Jackson Hole (una de las Mecas de cualquier freerider) y en esa visita se dio cuenta de que las competiciones no eran su pasión, que eran una parte importante para el deporte pero que él quería explorar y encontrar su lugar como rider en la montaña.

Su ideal de victoria no se encontraba en los podiums, sino en el exprimir su conexión con la montaña, empujar los propios límites a su manera, con sus propias reglas y siempre en los días adecuados para hacerlo.

Desde entonces, Jeremy puso su foco en la alta montaña y sobre todo en Alaska, donde pasaba de 6 a 8 semanas al año buscando nuevos horizontes. Hasta llegar a lo que se ha convertido hoy en día, cuando Jones está considerado como uno de los pioneros en el snowboard de alta montaña, siendo uno de los mejores freeriders del mundo.

Protect Our Winters: proteger su pasión y el invierno de todos

En 2007, Jeremy Jones vio que cada vez más estaciones de esquí en las que siempre había encontrado buenas condiciones estaban cerradas debido a la falta de nieve. Esto le hizo abrir los ojos y darse cuenta de que algo pasaba. Sintió la necesidad de actuar, pero no pudo encontrar ninguna organización enfocada en movilizar a la comunidad de los deportes de invierno a protegernos del cambio climático. Había una brecha entre los impactos que el cambio climático ya estaba teniendo en nuestros paisajes y el esfuerzo de organizaciones para abordarlo. Así, Jeremy fundó Protect Our Winters.

Muy rápidamente, POW atrajo a otros atletas profesionales, individuos, estaciones de esquí, marcas y apasionados entusiastas del aire libre. Desde entonces, POW ha pasado de ser el núcleo de una idea a una red mundial con más de 130.000 seguidores.

Se convirtió en el grupo perfecto para dar voz a la comunidad de deportes outdoor, una industria que respalda a 7.6 millones de empleos y genera 887 mil millones de dólares en ingresos económicos tan solo en Estados Unidos. Si bien el lobby de los combustibles fósiles puede gastar más que los ambientalistas a un porcentaje de 20 a 1 en D.C., POW comparte una pasión que cruza las líneas partidistas, una perspectiva única que despolitiza la discusión climática, y una industria con un impacto económico que no puede ser ignorada.

Aunque nos vestimos bien para las reuniones, al final somos atletas profesionales, idiotas y fanáticos; para nosotros, el aire libre no es solo una pasión, sino una forma de vida. Esa suciedad en nuestros zapatos es auténtica

Jeremy Jones

La fundación de Protect Our Winters opera bajo la creencia de que “en este momento, podemos ayudar a dictar el resultado en lugar de reaccionar ante una conclusión inevitable. Pero si nos sentamos en nuestras manos durante las próximas dos décadas, no nos preocuparemos por los días de nieve polvo, el turismo o la diversión. Estaremos preocupados por la estabilidad de nuestro medio ambiente, nuestros trabajos y nuestra economía.”

Como consecuencia de su trabajo con Protect Our Winters y la comunidad de los deportes Outdoor para frenar el cambio climático, Jones fue reconocido como “Campeón del Cambio” por el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en el 2013.

Deeper, la película que lo cambió todo

En 2010 salió a la luz Deeper, una película de snowboard de Teton Gravity Research en la que Jeremy Jones se adentra a las montañas inexploradas, pasada cualquier línea de exploración conocida hasta el momento. Y lo hace con su splitboard.

Fueron varios los motivos que le llevaron a esta aventura, que algunos consideraron excéntrica, pero la principal era que a Jones ya no le valía que un helicóptero le dejara en la cima para hacer una línea, y otra y otra… A pesar de que a muchos de nosotros nos suene a fantasía, para el freerider se había convertido en otra forma de telesilla. No estaba dentro de una estación, pero a un nivel práctico, era bastante parecido: él marcaba las líneas y se subía y se bajaba. Alaska se había convertido en una especia de resort para los pros con patrocinadores adinerados.

Pero hay más, con los años -evidentemente- se empezaron a implantar reglas, límites, fronteras para proteger el medio salvaje y las montañas vírgenes de Alaska. Por lo que los helicópteros tenían restringido el vuelo a prácticamente el 90% de las cordilleras. Así, los riders se quedaban rascando la superficie de todo el potencial que tiene este gélido paraíso.

Siempre desde el lindar, el snowboarder y activista miraba hacía esas montañas y estaba determinado a crear su propia aventura, a su ritmo y al que le dictara la montaña. Es ahí donde nació Deeper, una película en la que se gana todas sus líneas a pie y con su splitboard.

Con 35 años, Jeremy Jones le demostró al mundo que todavía había mucho por hacer, y su nivel de snowboard pasó de nivel pro a nivel “inexplicable” gracias al trabajo de preparación física y mental que realizó durante ese período. No es de extrañar que la escena del splitboard estallara a partir de entonces.

Pero Jones no paró, y en 2012 patrocinó Further (Más lejos) y en el 2014 Higher (Más alto). La perseverancia y el compromiso que demuestra Jones en su triología remueven la escena del snowboard y del montañismo y han dejado un legado que ha vuelto a dar sentido al Freeride.

De Rossignol a Jones Snowboards

Paralelamente a todo su trabajo de activismo y deportivo, después de 19 años de patrocinio y colaboración con Rossignol, Jones anunció en el 2010 que a pesar de haber tenido una muy buena experiencia con la marca durante toda su carrera deportiva se veía obligado a tomar un nuevo camino que le permitiría estar todavía más involucrado en la creación, el desarrollo y la innovación de la producción de las tablas de snowboard. Así anunció que Jones Snowboards ya había nacido, y tras unos años de desarrollo e investigación las tablas “firmadas” por Jones salieron a la venta durante la temporada 2013/2014.

Hoy en día es una de las marcas líderes en el sector del splitboard. Porque el también empresario no creó una marca cualquiera, y alineado con sus creencias y pasiones Jones Snowboards siempre ha sido una marca que tiene sus raíces en la aventura, está obsesionada con la innovación y comprometida con el planeta. Además, no tiene otra misión que la de demostrar que es posible diseñar material de montaña innovador que establezca nuevos estándares de rendimiento mientras se es un líder en la fabricación sostenible y se educa el impacto medioamiental y la seguridad en la montaña.

Está claro: el snowboard es su vida

En los últimos años Jones se ha dedicado a explorar las montañas más cerca de su casa en Sierra Nevada, California, donde vive con su mujer y sus dos hijos. Y a sus 45 años sigue siendo un snowboarder ejemplar que confiesa que el “snowboard no es mi trabajo, es mi vida.”