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Esquí

Unos esquís hechos de algas podrían revolucionar el mercado

WNDR Alpine nació en 2019 con su primer modelo de esquís para backcountry y las críticas les dejan muy bien. Nuevos modelos en camino.

Par de esquís de Backcountry WNDR Alpine en una mesa de un taller. De color amarillo y negro. Hechos de microalgas.
WNDR Alpine

Hay inventos que marcan un antes y un después en la industria de los deportes de acción. Como fueron las ruedas de uretano en el skate. Otros pueden suponer una mejora en sostenibilidad como los avances en tejidos para la nieve o para los neoprenos. Y algunos, simplemente, pasan sin pena ni gloria. Solo el tiempo sabe qué futuro le espera a la invención de WNDR Alpine.

Esta marca de esquís fue fundada por Matt Sterbenz, el creador de 4FRNT Skis, que dejó la marca en 2018 para dedicarse a su nuevo proyecto. Un proyecto que consistía en fabricar esquís con microalgas y plásticos hechos a base de aceites, en contraposición a los basados en combustibles fósiles que predominan en la industria desde hace años.

Con sede en Salt Lake City (Utah, Estados Unidos) y de pronuncia Wonder (algo le pasaba con las vocales a su fundador), esta empresa lanzó su primer modelo en 2019: unos esquís de Backcountry llamados Intention 110. Los presentaban así:

Este primer modelo recibió buenas críticas por parte del sector, como la que hizo la desaparecida Powder Magazine. Según dicen, porque esquís hechos de microalgas "no solo es más respetuosa con el medio ambiente y más sostenible que el plástico obtenido del petróleo, sino que su rendimiento en la nieve también es mejor".

De momento, ha pasado más de un año desde el lanzamiento y la marca sigue adelante. Para la temporada 2020/2021, con un nuevo modelo de esquís llamado Vital 100. También de Backcountry. Ambos a un precio de unos 700 dólares y con una clase gratuita de la modalidad. Y según dicen, con un diseño de splitboard en camino.

Una de las claves del éxito parece ser que trabajan directamente con el laboratorio químico que les cocina los compuestos de algas. Es decir, mientras las empresas clásicas suelen trabajar con los materiales que hay en el mercado, ellos adaptan los compuestos a las características que desean con la gente de Checkerspot en Berkeley (California).

Unos compuestos que según las críticas y la información lanzada por WNDR Alpine tienen varias ventajas, de las que destacan especialmente dos: son más resistentes al frío que los plásticos hechos con petróleo y pueden verterse directamente con la forma del esquí, lo cual reduce la cantidad de desechos por esquí en un kilo.

Por último, cabe decir que aunque la base de estos esquís sean las microalgas y aceites, el producto final sigue siendo plástico. El fabricante es consciente de ello y por este motivo tienen también un programa que permite cambiar los esquís de hasta 3 años de antigüedad por un 20% en un nuevo modelo, garantizando un reciclaje de los mismos en el fin de su vida.