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Surf

Andy Irons: 10 años de la pérdida prematura de una leyenda

El 2 de noviembre del 2010 moría por una combinación de enfermedades y excesos y con tan solo 32 años el icónico triple campeón del mundo de surf.

El triple campeón del mundo de surf Andy Irons (1978 - 2010) sin camiseta y en bañador Billabong surfeando una ola en forma de tubo -de derechas- y haciendo el símbolo de la victoria con ambas manos mientras mira a cámara.
YouTubeTeton Gravity Research

El 2 de noviembre del 2010, un empleado de seguridad de un hotel en Dallas (Texas, Estados Unidos) encontraba a Andy Irons muerto en su habitación. Tenía tan solo 32 años y dejaba atrás 3 títulos de campeón del mundo de surf, millones de seguidores, una mujer -Lyndie Dupuis- embarazada de 8 meses y una historia única. Una historia única que se puede revivir en la película documental Andy Irons: Kissed by god de Teton Gravity Research. 

Una historia que empieza con su nacimiento el 24 de julio del 1978 en la isla de Kauai (Hawái, EEUU). Una historia que viene de antes, puesto que pertenecía a una familia de surfistas que se había mudado de California a Hawái. Y que continúa a los 16 meses con el nacimiento de su hermano Bruce. Ambos acabarían siendo surfistas profesionales.

El más destacado sería Andy, cuyo nombre empezaría a escucharse en 1996, cuando ganó el HIC Pipeline Pro, con tan solo 17 años. Luego haría lo propio en Teahupoo. Y en 1998 entraría en el ASP World Tour, en lo que era la élite del surf mundial. Pero al mismo tiempo que crecía su fama por su surfing, también lo hacía por su lado oscuro: convirtió el tour en una particular fiesta constante.

En 2002, el laureado Kelly Slater volvía al CT tras 3 años y coincidió con el primer título de campeón del mundo de surf de AI. Títulos que repetiría en 2003 y 2004 en una rivalidad con el de Florida que sería histórica. Hasta 2007 se repartieron los títulos. El australiano Mick Fanning rompió esa racha.

Andy Irons vs Kelly Slater

El caso es que el mundo del surf se dividía entre Slater e Irons. O eras del primero, de su vida limpia, de deportista, modelo, en traje blanco; o eras del segundo, con una vida llena de fiesta, rebelde, que decía palabrotas y vestía de negro. Del primero -que sigue compitiendo y atesora 11 mundiales- ya entraremos en detalles, del segundo recuerdo un artículo de Margruesa en el que se decía que era "un rebelde en su surfing, un cretino que iba de sobrado porque podía". Gran definición.

A partir de 2005 no ganó más títulos, aunque siguió dando guerra. Pero dicen que es cuando todo empezó a torcerse. Que la fiesta, combinada con su trastorno bipolar -diagnosticado a los 18 años-  empezó a pasarle factura. Lanzamientos de ordenadores al mar, consumo de drogas, rotura de tablas tras una mala manga... y eso que no todo eran malas noticias: en 2007 se casó con Lyndie Dupuis, en su Kauai natal.

El final de AI

Se sometió a tratamiento. Volvió al tour en 2008, pero no funcionó. En Francia no se presentó en una manga. Quedó 13º del mundo pero le invitaron a tomarse un año sabático. Fuentes del sector explicaban que aunque el surf de competición ya no le divertía, era su única opción profesional viable. Entre ello y el fomento externo de su rivalidad con Slater -con el que por cierto se habían hecho íntimos- le hizo volver en 2010 y ganar en Teahupoo. Sería su útlima victoria.

Lo que ocurrió en sus últimos días de vida es un misterio. En resumen se sabe que estuvo en Puerto Rico, no se presentó a su eliminatoria, se retiró formalmente avisando al gerente del World Tour y fue asistido por un médico en su apartamento. No se sabe de qué, pero sí que podría ser el dengue. Intentó volver a casa pero de tan enfermo acabó en un hotel en Dallas (donde tenía la conexión). Hizo el check-in a primera hora de la mañana y ya no abriría más la puerta. A la mañana siguiente, la del 2 de noviembre del 2010, hace justamente 10 años, el empleado de seguridad le encontraría muerto en la habitación.

El legado

Rebelde, apoyado siempre en su familia y sus amigos, no pudo resistir a la combinación de fama, trastorno, enfermedad y excesos, pero dejó un surfing talentoso, espectacular y único que siempre será recordado.

También tres campeonatos del mundo de surf -algo que solamente tienen Tom Curren, Mark Richards, Mick Fanning y Kelly Slater- y un hijo llamado Axel Irons que cumplirá pronto 10 años. Y... esta descripción del surfing que no deja indiferente a nadie:

"¿Has sentido alguna vez el beso de Dios? Pues eso es más o menos lo que se siente. Es lo más parecido a sentir el beso de Dio. Por un instante, uno, dos, tres segundos, Dios baja y te da un beso. Después persigues esa sensación toda tu vida, tratando de coger esa ola, ese tubo. A veces lo consigues, otras no, pero siempre vas a perseguirlo, tratando de hacer uno más alto, más largo, tratando de llegar más lejos y ser besado por Dios".

Miles de surfistas de todo el mundo entraron al agua en los días siguientes para despedirle. Miles de surfistas le siguen recordando hoy en día. Descansa En Paz Andy Irons. DEP AI.