"Recuerdi mi primer par de Vans, que pedí insistentemente a mi padre cuando tenía 11 años y luego le convencí para que me comprara el protector de tobillo (antes de que existieran las high-top)", explica Tony Hawk en su Instagram tras fichar por la mítica marca. Y añade: "Las llevé hasta que literalmente me quemaban la uñas de los pies con los kneeslides... les puse una cinta y las vestí durante un tiempo más".

Los recuerdos de Tony Hawk tienen lugar a finales de los 70s y vestiría la marca creada por Paul Van Doren hasta mediados de los 80s. Ahora, tras más de 30 años de su último par de Vans y 40 desde el primero, el skater más popular de la historia ficha por la marca de California. Así se expresaba en el comunicado oficial:

"Vans ha apoyado el skateboarding desde sus inicios y siempre con el mismo objetivo, sin desviarse a pesar de que todo haya pasado al mainstream. Siempre he respetado su integridad, así que es un honor unirme a la familia. Vamos a unir fuerzas para hacer crecer el skateboarding de la manera más correcta posible y que las siguientes generaciones puedan disfrutarlo".

En este sentido, Tony Hawk no ha destacado solamente que Vans haya mantenido intacto su fidelidad al espíritu del skate con sus teams, vídeos, eventos -crearán de la mano uno nuevo en Vert- o las Love Letters de Jeff Grosso, sino que haya dejado un legado en forma de skateparks o que haya lanzado programas como el Food The Bill (programa par las tiendas de skate con dificultades por culpa de la crisis del coronavirus).

Por parte de la marca, el director global de action sports de Vans ha expresado que es "un orgullo que Tony Hawk nos ayude a hacer crecer la marca y el skateboarding globalmente porque Tony Hawk es sinónimo de skate, un pionero que con su talento ha inspirado a millones de personas a coger su tabla".