El pasado 9 de noviembre, Jake Barton Carpenter se dirigía a los empleados de su empresa para anunciarles una recaída en el cáncer, enfermedad contra la que venía luchando desde hacía ya unos años. Les aseguraba que Burton Snowboards seguiría adelante, que estaba en buenas manos y que las previsiones eran buenas, pero que le venía una dura lucha. Por desgracia, no la ha superado.

Tan solo 11 días después, el precursor y creador de la industria del snowboard ha fallecido en paz, acompañado por su familia y sus amigos, a la edad de 65 años. Ha sido durante la noche de este miércoles 20 de noviembre. 

Al día siguiente, el Co-CEO de la compañía, John Lacy, lo ha hecho oficial con un comunicado dirigido a los trabajadores en el que habla de la muerte del "alma del snowboard, el que nos dio el deporte que tanto amamos". En el mismo escrito invita a los trabajadores a tomarse el día libre para estar con los suyos o bien quedarse a compartir historias con sus colegas si así lo necesitan; e incluso les deja claro que el mejor homenaje que pueden rendirle es "hacer lo que Jake haría: ir a ripar a la montaña ahora que empieza la temporada".

La empresa queda ahora en manos precisamente de John Lacy, que comparte posición de CEO con la mujer de Jake Burton, Donna Carpenter, que ha trabajado casi toda su vida en la empresa. A ella la acompañan también los tres hijos que deja el matrimonio -George, Taylor y Timi- ya entre los 20 y los 30 años. 

DEP Jake Burton

Tras conocerse la noticia, las muestras de cariño, afecto y respeto no han tardado en aparecer en redes sociales. Hay centenares de posts como el de la leyenda del skate Tony Hawk, que le agradece a Jake Burton el haber abierto el camino en el 'skate / surf sobre la nieve'; y recuerdan momentos épicos vividos a su lado. No en vano, el fundador de Burton Snowboards tenía una frase que le guió en vida: "Vivir no es tener pulso, sino amigos y experiencias por los que vivir".

La industria del snowboard

A Jake Burton se le considera un pionero del snowboard y creador de la industria de este deporte porque fue capaz de convertir lo que era un hobby de unos cuantos en un deporte de talla mundial. Lo hizo con la fundación de Burton Snowboards en 1977 en un granero de Vermont (Estados Unidos), una marca clave en el crecimiento de la disciplina gracias a sus innovadores productos, el patrocinio de los mejores riders y la contribución al desarrollo de instalaciones para la práctica del snowboarding.

Hoy en día, Burton Snowboards está valorada en 150 millones de dólares y esponsoriza a riders de la talla de Mark McMorris, Anna Gaser o Terje Haakonsen, así como a nivel nacional a Maria Hidalgo. Y si algo les ha caracterizado estos últimos años ha sido saber mantenerse a flote a pesar de la crisis por la que ha pasado el sector del snowboard. La fórmula: la constante innovación y el desarrollo de tecnologías y productos sostenibles.