Skatopia es de esos lugares que parecen sacados de otro mundo. De otro submundo, más bien. Un lugar donde la anarquía, el libre albedrío y, sobretodo, la libertad y la creatividad son los pilares básicos de una comunidad de skaters donde todo es posible. Situado en Ohio, este enclave autogestionado parece sacado de una partida desbloqueable del Tony Hawk’s Pro Skater.

Con un sinfín de movidas repartidas en una gigantesca casa de madera que, literalmente, se cae a pedazos, Skatopia es el paraíso para cualquier skater de verdad que se precie. Cajones, barandillas, bowls, graffitis y hasta un gigantesco -e inesatble- loop: Skatopia podría compararse al mismísimo pueblo autogestionado de Christiania, en Copenhaguen.

Todo ello nació de la mano del skater Brewce Martin, el cual después de sufrir una terrible lesión que le dejó K.O y algunos –bastantes- problemas con la policía, decidió abrir este asombroso espacio para centrarse en los valores auténticos del skateboard de la manera más libre posible. Ahora, con su hijo en los mandos de Skatopia, esta celebración se concentra con la ya mítica Bowl Bash, una competi que junta a un montón de skaters –serenos y borrachos-, un montón de fuegos artificales y un sinfín de trucazos y lesiones.

Por allí ha pasado la revista Vice, que pretende acercar el spot al público a través de un documental donde se pueden ver las razones, las intenciones y los inicios de esta locura de ciudad 100% skater.