Surrealista historia la que llega desde el otro lado del charco. En junio, un tipo llamado Kyler Bourgeous se fue a correr por Isla Antílope y fue atacado y pisoteado por un bisonte. Acabó con un neumotórax, varias costillas rotas y otras lesiones internas.

Unos meses más tarde, este trail runner decidió volver al mismo parque nacional de Utah (Estados Unidos) a correr, pero esta vez con su novia, Kayleigh Davis. Cuando esta intentaba apartarse de unos ciclistas con los que se cruzó por el camino, otro bisonte lo interpretó como un gesto ofensivo y la atacó.

Cuando Davis vio que la atacaba el bisonte, se puso a correr en dirección al lago, pero el animal la alcanzó y la embistió. De la cornada empezó a sangrar en el muslo; y se fracturó el tobillo al golpearse contra el suelo. Cuando el bisonte se disponía a atacarla otra vez, recordó que lo mejor en estos casos era quedarse totalmente quieta. Lo puso en práctica y funcionó, ya que el bisonte no la golpeó de nuevo. Así cuenta la víctima su historia en Fox13 News:

Ahora que la afectada está estable y recuperándose en el McKay-Dee Hospital, ya se puede 'reir' del tema. Y es que una vez más se demuestra que los deportes outdoor y de aventura tienen sus peligros; eso y que Kyler Bourgeous y Kayleigh Davis tendrán tema de conversación en sus próximas citas (si es que las hay...).