Caerse inesperadamente por una cascada de 15 metros y vivir para contarlo es algo de lo que pocas personas podrían presumir. Menos usual aún es grabar el proceso de principio a fin dejando una imagen de lo más terrorífica (aunque con final feliz). Este es el caso de esta “afortunada” chica, Heather Friesen, quien durante un trekking por el cráter de Ka’au -en la isla de Hawái- acabó precipitándose al vacío por una cascada. Se había asomado demasiado y resbaló con el agua del río.

¿El resultado? Un pulmón colapsado, diez costillas rotas y un omóplato roto. Un balance de lo más positivo, sin duda, pues poca –poquísima- gente logra salir con vida de una caída de 15 metros. Por suerte para Heather, los amigos que la acompañaban pudieron actuar de inmediato llamando a los servicios de rescate, quienes consiguieron atenderla rápidamente para llevarla al hospital.

Ahora, después de 3 años de recuperación –el suceso pasó en 2016 y ha salido ahora a la luz- Heather puede volver a la normalidad y hablar con tranquilidad de su terrible susto que casi acaba con ella. Con una recuperación y rehabilitación completa, Friesen ya puede volver a las andadas e, increíblemente, llevar una vida normal.

Tan solo quedará superar ese pequeño gran trauma de no volver jamás a pisar una montaña, pues está claro que no tiene que ser nada fácil recuperarse mentalmente de una experiencia así. Volver a nacer tiene consecuencias, sin duda. Aunque también se puede aprender mucho de esta experiencia… ¡no hay que tomar riesgos innecesarios!