Así es la historia del chico que saltó sin paracaídas de un avión y salió ileso
Luke Aikins decidió prescindir de su vela para confiar en la seguridad de una red de 30x30 metros. El clip de la gesta es pura angustia y adrenalina.
En los deportes de acción, muchas veces, las movidas que se intentan podrían estar perfectamente sacadas de una película de James Bond. Un claro ejemplo de ello es el World's First que realizó Luke Aikins en 2016 con un salto de 7600 metros desde un avión para acabar aterrizando, con total precisión, en una gigantesca red para frenar la caída.
Sin paracaídas y sin más elementos de seguridad que una simple red de 30 metros de largo y ancho, un GPS para tener el objetivo controlado y los propios ojos atentos del saltador, la cruzada deja latente la imparable voluntad que tienen algunos al arriesgarse tanto para continuar con la búsqueda de los inalcanzables límites del cuerpo y la mente humana.
Para colmo, el protagonista de la peculiar escena es uno de los miembros del departamento de seguridad y entrenamiento de la Asociación Estadounidense de Paracaidismo. Un hecho que pone en duda de que sus labores siempre sean las de garantizar nuevos métodos de seguridad, pues abrir un paracaídas es, de lejos, mucho más seguro que tener que hacer diana en una red…
Con 2 minutos de caída libre y pura incertidumbre, Aitkins -con toda la fe del mundo- no dudó en saltar, dejando una imagen memorable para la historia del hombre y los deportes aéreos. A todo trapo y con una puntería increíble, este alocado paracaidista logró colgarse un World' First de los grandes. Y de qué manera. ¡Un pionero extremo!