Una presa en Suiza cuenta con la pared artificial de escalada más alta de Europa
Este peculiar enclave ofrece una pared de 165 metros de largo para retar a todo escalador que se precie. Un lugar para ponerse a prueba dejando imágenes únicas.
Este gigantesco muro de escalada de 165 metros montado en las paredes de hormigón de una presa es el reto definitivo para poner a prueba las habilidades de cualquier escalador medio con una amplia selección de rutas –que van del nivel 5 al 6- divididas por niveles de relativa dificultad. Situado en Diga di Luzzone, Suiza, este curioso enclave se construyó en 1999, convirtiéndose en la pared artificial de escalada más alta de Europa.
Las imágenes resultantes de ver a alguien subirse por una pared completamente lisa puede ser algo de lo más hipnótico. La sesión de escalada más fotogénica con una ruta de más de 650 peldaños repartidos en una línea de escasos 5 metros.
Más allá de eso, ya ha habido algunos cuantos valientes que, después de subir semejante paredón, han decidido bajar a la parte fonda saltando en paracaídas en un salto BASE de lo más increíble y técnico. Una cruzada de lo más peligrosa, pues el muro de una presa suele ser ligeramente curvado. Algo que no se ve de primeras y que puede acarrear algún que otro problema en el campo de visión de cualquier saltador.
Y sí, es de manual que las presas, a pesar de traer energías renovables, pueden suponer un engorro para el entorno. Al menos, pero, esta genial idea ofrece un punto de intercambio entre los amantes de la montaña y la explotación del medio. El hecho de construir una presa suele acarrear grandes cambios en la montaña y ecosistemas locales y sí, una pared de escalada no compensa ni mucho menos los daños pero, sin duda, puede ser un pequeño consuelo para todo aquél purista de la aventura en la naturaleza.