Uno de los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de practicar parapente es la capacidad de mantener la calma cuando todo está en tu contra. Este vídeo demuestra cómo la habilidad, la destreza y, sobretodo, la tranquilidad han conseguido salvarle la vida a este piloto que, seguro, no olvidará esta horrible experiencia en su vida.

Greg Overton estaba practicando parapente por las hermosas laderas del valle de Mürren, en Lauterbrunnen Suiza, cuando de golpe, un colapso frontal debido a una turbulencia masiva –posiblemente causada por una burbuja térmica- acabó desestabilizando el parapente causando así, un descontrol generalizado del vuelo cuando se encontraba a 500 metros del suelo. Tal descontrol acabó resultando en un terrible choque contra la empinada ladera de la montaña.

Afortunadamente, su equipo se mantuvo inflado durante casi todo el tiempo ofreciéndole la oportunidad al piloto de poder intentar controlar tal engorro y, bueno, sobrevivir. Con toda la sangre fría del mundo, Overton consiguió rehacerse del choque y, con una buena inyección de adrenalina extra, saltaron todas las alarmas de su cuerpo y el piloto consiguió aterrizar “sano” y salvo.

Tras recomponerse de la estresante caída y con el cuerpo magullado, el parapentista norteamericano recogió su equipo y caminó 4 kilómetros para coger un tren que le llevó al hospital más cercano. Allí le diagnosticaron una fractura leve de la vértebra L-1, varias laceraciones y un labio partido. Lesiones, que por suerte, no le obligaron a quedarse ingresado y de las que ya se está recuperando.

A pesar de este caso pero, el parapente es un deporte relativamente seguro. La clave para un buen pilotaje y un vuelo seguro depende la gran mayoría de veces de la experiencia y la habilidad del piloto. En este caso, las decisiones del piloto han conseguido que Greg saliese airoso de una situación que, sin duda, podría haberle costado la vida. ¡Todo un milagro!