Por desgracia, el mundo de los deportes extremos tampoco está exento de polémica a lo que respecta en materia de igualdad de género. La última movida ha tenido lugar en la presentación de las pruebas de los X-Games que, con una justificación de lo más lamentable, la organización ha decidido no incluir pruebas relacionadas con la categoría femenina de BMX por, según dicen, no haber suficiente nivel ni interés.

¿En compensación? La organización ha decidido, una vez más, preparar una simple exhibición que pretende juntar a las mejores riders del panorama internacional sin siquiera competir ni otorgar medallas a quiénes se las merecen. Un fatal gesto que, evidentemente, se ha girado en su contra con un gran volumen de detractores –tanto en categoría femenina como en masculina- que ha causado un buen aluvión de críticas en las redes sociales de riders tan reconocidas como Angie Marino o Teresa Fernández, entre otras.

Así pues, los X-Games han quedado retratados como una organización que ha decidido alejarse de la igualdad y la inclusión para seguir apostando por lo que “vende”. Todo ello desde la excusa de que no hay presupuesto ni tiempo en el calendario del evento a pesar del increíble crecimiento que ha sufrido el mundo del BMX femenino a lo largo de estos últimos años. Un hecho que deja latente que, la esencia original de esos X-Games que antaño apostaban por la visibilidad de deportes y categorías poco conocidas, se ha ido apagando poco a poco en substitución de un “buen puñado de dólares” y patrocinadores que marcan la agenda.

Sin embargo, otros eventos de renombre como la Vans BMX Pro Cup sí que han empezado a incluir esta cada vez más creciente categoría en sus competiciones e incluso eventos tan importantes cómo los Juegos Olímpicos contarán con una competición femenina de Bmx freestyle en su timeline. A pesar de eso, el poder de los X-Games sigue siendo, lamentablemente, muy fuerte dentro del mundo del deporte de acción y, como dice Nina Buitrago -una de las precursoras del BMX femenino a nivel mundial- si dicha categoría no está en los X-Games, es que esta “no existe”.

Pero sí existe, y cada vez más. Con este tipo de acciones no se hace más que incentivar un deporte liderado por hombres y para hombres. Una mentalidad de lo más retrógrada que a la larga acabará jugando en su contra como no decidan rectificar en las próximas ediciones que se vayan a celebrar. Esperemos que, desde la organización, rectifiquen y tomen nota, pues, a estas alturas, debería estar más que claro que una competición no solo tiene que mostrar lo que interesa, sino también potenciar y empoderar el deporte en todas sus vertientes, categorías y modalidades. Si se elimina este factor, el deporte extremo, como el agua, se estanca. Y si se estanca, se pudre.