El último vídeo de Stephanie Gilmore para la empresa de cámaras fotográficas Nikon es un edit de lo más hipnótico para plasmar la belleza y el esteticismo de este maravilloso deporte. Más allá de eso, el clip recopila el amor por el surf, las rutinas y las inquietudes que mueven el día a día de esta surfista australiana.

La siete veces campeona mundial de surf se monta en su tabla para deleitarnos con los mejores tubos, mostrar su día a día y desvelar sus pasiones con una estética y una edición en vídeo sin igual. Con ese color rosa anaranjado envolvente, resultado de filmar en la “hora mágica” –la última luz del día-, el resultado es una obra de arte de dos minutos y medio.

Todo ello sin olvidar las pasiones que mueven a esta campeona del mundo más allá del surf. Desde la música hasta la fotografía, Stephanie nos cuenta todo lo que la cultura surfer le ha aportado a su vida a la vez que nos muestra sus rutinas diarias. Una colaboración sin precedentes que junta a los más grandes de la fotografía con lo mejor de la cultura delante y detrás del surf.

Un pequeño edit que nos recuerda que, más allá de competir, lo que realmente nos mueve es el amor por lo que hacemos. La belleza de un atardecer, la magia de capturar un paisaje o el placer de tocar música son elementos que se retroalimentan para potenciar todas y cada una de nuestras inquietudes.