Colas en el Everest: "lo más" no es siempre lo mejor
La foto de 200 personas haciendo cola para coronar la cima más alta de la Tierra ha dado la vuelta al mundo y debería hacernos reflexionar.
"Ahora entiendo por qué Kilian Jornet subió de noche", decía Núria Picas en su cuenta de Twitter, adjuntado la famosa foto que está dando la vuelta al mundo de los 'atascos' en el Everest.
El caso es que este miércoles se abrió una ventana de buen tiempo y -todavía no hay datos oficiales- unos 250 alpinistas decidieron atacar la cumbre más alta del mundo. Allí, cerca de los 8.848 metros que tiene el Everest, se produjeron escenas surrealistas más dignas de un paseo por Las Ramblas de Barcelona que de otro de tal exigencia.
Ya se sabe que el techo del mundo no es ni el más complicado ni el menos masificado -y sí en cambio uno de los que más basura va acumulando- pero igual estamos llegando al límite de lo que sería aceptable. O por lo menos esa sensación da la imagen publicada por Nirmal Purja's Project en su camino a la cima.
Es mi opinión personal y quizás me equivoco, pero estas cosas me preocupan y aprovechando que tengo una ventana donde explicarlo... lo hago. No solo porque nadie controla los residuos que esta situación genera, ni tampoco porque ese mismo día se produjeran dos muertes o haya más riesgo por congelación, sino porque parece que estamos cada vez más emperrados en buscar fuera emociones que podemos encontrar en casa y al final, estoy seguro que con estas aglomeraciones -¿cola de 2 horas para coronar el Everest?- tampoco se disfruta tanto. Igual que si un pico en Maldivas está lleno de gente o un skatepark en Australia.
Sinceramente, creo que no hace falta viajar al Tíbet para disfrutar del alpinismo, ni a las Maldivas para hacer lo propio con el surf, ni a Australia para montar en BMX. Puedo entenderlo que lo hagan los más expertos, pero creo que se nos está yendo de las manos para mucha otra gente no tan experta.
No quiero negar a nadie el derecho a viajar, pero tenemos miles de montañas, playas y skateparks cerca de casa -que ni los conocemos- que aunque no estén considerados "los más X del mundo"... seguramente nos harán disfrutar igual. Y probablemente estén más vacíos, sea mucho más barato y dejemos mucha menos huella de CO2, con lo cual disfrutaremos más. Que esto sirva como una simple reflexión antes de planificar vuestro próximo viaje...