Oscar García: “Me llamaron y me dijeron: esto es gigantesco, tenemos miedo”
Uno de los promotores del Illa Pancha Challenge relata para As Acción la reciente e histórica sesión de surf de olas grandes en Ribadeo con surfistas gallegos, portugueses y franceses.
Llevaban días siguiendo una borrasca, mar del norte, perfecta, que podía alcanzar alturas enormes. Y llegó ese día, que en palabras de Oscar García se define como "el mar más gigante que recordamos en los últimos diez años aquí, una explosión de energía que demuestra el potencial XXL de Illa Pancha".
Tanto es así que uno de los surfistas franceses, Cedric, llamó a Oscar y le dijo "esto es gigantesco, tenemos miedo". Un miedo que tal y como dice Oscar "es el primer sentimiento que tiene un surfista, solo así y con la preparación física adecuada se está preparado para enfrentarse a estos monstruos". No hay que olvidar que estamos hablando de deportistas de élite cuyo reconocimiento del miedo les hace humanos y humildes.
No por el miedo, pero sí por la dirección del viento, ese día no será tan histórico. Si hubiera sido SW (suroeste), "probablemente estaríamos hablando de récords mundiales", llega a afirmar García, "y no exagero".
Sí lo fue el día siguiente, cuando las condiciones fueron más propicias. Y si bien el mar no era 'de récord', seguía siendo exagerado. Este día sí, todos los equipos entraron al agua.
Los protagonistas
Los valientes surfistas eran los portugueses Joao de Macedo y Francisco Pinhos; los gallegos Eric Rebiere y Juán Fernández (campeón de España) y los franceses Alexandre Mangiarotti, Pierre Fourcade, Remy Arrozo, Leo Havion y Cedric Gistos.
Fuera del agua estaba Oscar García (22 de noviembre de 1978, Ribadeo), topógrafo de profesión y relator de esta historia. Empezó a surfear con 9 años y se convirtió en un fan -junto a Silvia y María- de la Surfer Rule que compraban en la librería Bis a Bis de su localidad. Desde ahí, "todo pasa muy rápido" explica el gallego, "y de repente te ves con 40 años con algo tan grande como el Lipchain Illa Pancha Challenge que te hace recuperar la pasión por el surf".
Habla de una ilusión que casi se la arrebata una grave lesión vertebral sufrida en el trabajo. Le obliga a estar fuera del agua, con una radio en la mano y la cámara de fotos en la otra, deseando volver algún día al agua. Mientras, su motor para no volverse loco cada vez que llega un swell de más de 10 pies (3 metros) son el evento y el E-Team*.
Preparación de la sesión
Una sesión de surf de olas grandes no se 'improvisa'. La preparación pasa primero por las lecturas de las borrascas, cuya orientación es determinante. En este sentido, Eric chequea constantemente los partes y a veces les ayuda el Doctor Tony Butt, oceanógrafo y surfer de olas gigantes que vive en Asturias, a tan solo 15 minutos de este spot gallego.
Tras elegir la borrasca se pasa a la logística operacional y de seguridad, coordinada por un equipo gallego -el *E-Team- liderado por Eric, encabezado por Juan Fernández y del que también forman parte Alberte, Jaire, Pablo y el propio Oscar.
Un momento mágico
A las 6 de la mañana, los equipos franceses se concentran en el Hotel Mi Norte, la base de operaciones. Allí, los surfers se sienten como en casa porque se respira surf por todos lados. Oscar, por su parte, ya estaba en Illa Pancha. No veía nada, pero sí lo escuchaba: "Era un boooom continuo, cada 15 segundos, que hacía vibrar el suelo bajo tus pies". Con este relato, Eric no tardó ni 15 minutos en llegar.
"Ese momento antes de entrar es mágico", relata Oscar García, "sabes que la ola está ahí, esperándote, te llama con cada rompiente, te espera, y poco a poco la luz del sol va desvelando un espectáculo único". Tanto es así que el astro rey no había salido y ya tenían siete motos en el agua, cinco cámaras y tres drones documentándolo todo desde el Faro Hotel Illa Pancha.
Bombas de 12 metros
El primer surfista en tirarse a por una bomba fue Remy Arrozo, un crack que es capaz de acabar una ola gigante con un Air Reverse al estilo Kay Lenny. Luego vino Leo con un tubo masivo, épico. Y así fue pasando la mañana, con decenas -e incluso centenares- de olas grandes que iban rompiendo y haciendo las delicias de los presentes.
La boya de Estaca de Bares marcaba 330 grados o lo que sería lo mismo, mar del norte, que revienta directo en el bajo del Panchorro y debido a la laja, lanza estas imponentes olas. La altura de las bombas pudo estar entre los 30-40 pies (12 metros). Y el día anterior, Oscar García está convencido de que "hubo olas de 60 pies" (casi 20 metros).
Illa Pancha Challenge desde octubre
Poder disfrutar de una marejada así en marzo demuestra el potencial que tiene 'el Panchorro' y a su vez lo difícil que es elegir el día perfecto para que se celebre el Lipchain Illa Pancha Challenge. En este sentido, Oscar García aprovecha para explicar que la edición 2019-2020 ampliará su período de espera desde el 1 de octubre: "Así tanto Eric como nosotros tendremos más tiempo para gestionar y corregir errores de este año y conseguir que nada falle para que el evento crezca y nuestros patrocinadores apuesten por algo que necesita de un año de preparación y que es tan efímero como una borrasca".