Una Vuelta sureña, internacional, montañosa y con ‘tierra’

El sol caía en Mónaco, concretamente en la glamurosa Salle des étoiles del edificio Monte-Carlo Sporting, a la que se llega tras atravesar los lujosos concesionarios de Ferrari, Aston Martin, Mercedes... cuando los focos alumbraban a un escenario, con Carlos de Andrés y Perico Delgado de maestros de ceremonias, que tenía la imagen más deseada: el mapa con el recorrido de La Vuelta 2026. Y, claro, el que sea la presentación en Mónaco no es casualidad: desde aquí partirá (ya lo hizo Giro y Tour en el pasado) La Vuelta del próximo año (22 de agosto al 13 de septiembre) en una edición internacional, ya que pasará por cuatro países (Mónaco, Francia, Andorra y España) y repleta de dureza, un sello de la casa, y un ingrediente nunca visto en la ronda española: sterrato.

Otra novedad importante es que no terminará en Madrid y lo hará en Granada, siendo una Vuelta marcada por la vertiente mediterránea y, especialmente, por el sur. Andalucía, la gran protagonista. Como ya ocurrió en 2025 tras el inicio de la carrera en Piamonte (Italia), Francia servirá de enlace entre la salida y la Península Ibérica. No es, ni mucho menos, algo nuevo el que la ronda española parta desde el extranjero. Ya van tres años seguidos y es la tendencia en las grandes vueltas, como por ejemplo el Tour de Francia 2026, que partirá desde Barcelona.

Cierto es que no habrá norte, cero, una situación que fue prácticamente a la inversa en 2025, sin sur. Obvio que, por factores externos, La Vuelta de este año que ya se termina, la del 90 aniversario, no fue una más. “La más difícil de mi vida”, dijo Javier Guillén, y es que fue una carrera marcada por las protestas por la presencia del equipo Israel (ya desapareció como tal sobre el papel) en una Vuelta que no tenía potestad para una hipotética expulsión. “¡Es un recorrido muy duro! La montaña tendrá un papel protagonista en una de las ediciones más difíciles de la historia de La Vuelta", dice Fernando Escartín, director técnico, y es que desde que se tienen los datos de desnivel acumulado total (2014), esta es la edición que más tiene con 58.156.

Andorra marcará el tono al inicio de la carrera con una etapa corta pero muy exigente antes de afrontar ascensiones como Valdelinares, Aitana, Calar Alto, La Pandera, Peñas Blancas y el inédito Collado del Alguacil (el único final en alto inédito de esta edición), en una última jornada de alta montaña que promete ser extremadamente dura. Nombres de puertos que suenan a Vuelta. No estarán los más tradicionales como Angliru, Lagos de Covadonga... pero sí se mantiene la esencia de la carrera aunque, como todo en la vida, se adapta a los nuevos tiempos.

En la etapa seis, camino de Castellón, habrá sterrato: camino de tierra, en concreto 3,5 km, para ascender El Bartolo. Estará situado a 16 km del desenlace, por lo que será un componente más a tener en cuenta. En lo referido a la contrarreloj, dos serán las pruebas de este tipo: la primera, para decidir el primer maillot rojo por las calles de Mónaco, como el circuito de Fórmula 1, con 9 km (y todo ello en un país de 2 km cuadrados), y otra en la semana final, con destacables (en los tiempos actuales) 32 km, entre Jerez y El Puerto de Santa María. Como ya informó AS, la previsión y la idea era acabar este año en Canarias, pero todo se torció tras la renuncia, a última hora, del Cabildo de Gran Canaria. De esta forma se agudizó el protagonismo de Andalucía.

“Es un honor ofrecer a La Vuelta, los ciclistas, los equipos y todos los aficionados del ciclismo un prestigioso escenario para comenzar la edición de 2026 de la manera más bonita posible”, destacó el Príncipe Alberto II de Mónaco. Y, claro, el menú por parte de La Vuelta ya está puesto, pero los que hacen grandes las carreras son los corredores. Varios ilustres como Steven Kruijswijk, Abel Balderstone, Urko Berrade y el anfitrión, Victor Langelotti, algunos ya retirados, como Peter Sagan, y otra leyenda como Chris Froome, (ganador del Tour en cuatro ocasiones, dos en La Vuelta y una en el Giro), que se despide del ciclismo, aunque no todavía de forma oficial. Una edición que arranca en la ‘casa’ de Pogacar, cuya presencia no está descartada, y en la de Roglic (ambos residen en Mónaco), y este último ya reveló en AS sus deseos de poder ganar la quinta Vuelta, lo que sería un récord. Empieza la cuenta atrás: 247 días.

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