Roglic no falla a su cita: “Tuve las piernas y pude ganar”
El esloveno, que siempre que corrió La Vuelta logró al menos una etapa (suma once en cinco ediciones) redondeó otro gran día para el Jumbo, con Kuss líder.
2019, 2020, 2021, 2022… y ahora 2023. Siempre que se apunta a La Vuelta, Primoz Roglic saca su mejor versión. En todas sus presencias logró triunfos de etapa (suma once en total), y además de tres clasificaciones generales. En 2022 se le escapó tras una caída en la semana final cuando iba por detrás de Evenepoel en la general, y en esta edición tan solo tuvo que esperar al octavo día para alzar los brazos. Queda claro que es uno de los mejores corredores de la historia de esta carrera, y lo que falta por saber antes de una lejana retirada (33) es si se convierte en el mejor de siempre en esta prueba. Exultante, Primoz Roglic alzó los brazos y, en Xorret de Catí, casi donde la carretera daba de nuevo con el descenso que realizaban los corredores que venían por detrás, volvió a elevar los brazos y pegar un grito. Los miembros del staff del Jumbo le abrazaban.
“Estoy especialmente feliz de haberme recuperado bien de mi caída”, dijo el esloveno después del pequeño percance que tuvo en los días iniciales. De hecho, en su carrera disputó 13 grandes vueltas, y en once alzó los brazos. “Me gusta La Vuelta y todo lo que hay alrededor. En los próximos decidiremos todos, entre directores y corredores, el rumbo del equipo. Hablaremos también entre nosotros (Roglic y Vingegaard)… y Kuss, que es el actual líder”, destacó Primoz con una sonrisa. Sobre si Evenepoel es el mayor rival, prefiere no descartar, ni mucho menos, a otros. “No sabría decirte. Una gran vuelta es muy larga y queda mucho. Por el momento, todo va bien”.
Evenepoel: “Podía haber ganado”
Evenepoel, por su parte, se mostró muy decepcionado consigo mismo por no conseguir la victoria: “Quería estar al frente del grupo en el final. No fue ninguna sorpresa que Roglic me ganase al esprint porque es más rápido. Me sentí muy bien y pienso que podía haber ganado esta etapa. Lo más decepcionante fue no conseguir la victoria hoy. Fue realmente una pena, porque seguí su rueda superfácil y perdí unos segundos con Primoz”. Por el ruido del público en los metros finales, Evenepoel no pudo escuchar a su director por el pinganillo y no sabía en qué punto exacto estaba la carrera: “Pensaba que había un grupo por delante, me sentí estúpido”.