Enric Mas: “Llegué vacío, pero pude sacar tiempo a otros”

Bajo el fuerte sol en Mocalvillo (muy diferente a lo vivido hace cuatro años en la fresca Vuelta otoñal), los auxiliares del Movistar veían a través de la pantalla gigante la evolución de la subida final, y con el ataque grupal del Red Bull Bora de Roglic, vieron que el esloveno estaba una marcha por delante.

Tocaba pensar por detrás y, al menos, intentar rascar segundos al resto de rivales por el podio, algo que sí consiguió el balear: “Sabíamos que Primoz iba a actuar así porque le van estas etapas monopuerto, pero al menos pude sacar tiempo a otros. Llegué vacío y no pude esprintar”. Esos metros finales le privaron a Enric de ser segundo, lo que daba seis segundos de bonificación, y finalmente fue cuarto, adelantado por Gaudu y Skjelmose. Si se cumple lo previsto y Roglic no desfallece este sábado, el máximo botín al que podrá optar Enric será la segunda plaza, posición que ocupó en 2018, 2021 y 2022.

“Tal vez tan solo Pogacar y Vingegaard podrían haber hecho un esfuerzo como el de Roglic. Sabía que si no regulaba...”, añadía Mas en meta sobre la posibilidad de intentar seguir la rueda del corredor del Red Bull Bora. Enric destacó que para esta Vuelta “el objetivo era ganar” pero que, llegados a este punto, “el podio es posible”. Ocupa la tercera posición y tiene por delante a O’Connor, a 26 segundos, y por detrás a Carapaz, a 34. Entre ellos parecen estar los tres que subirán al podio en Madrid mañana. No estará Sepp Kuss, el vigente campeón, 11º, y que espera “a la etapa final”, que es la de ser padre justo tras La Vuelta. El líder desde la sexta etapa, O’Connor, acabó “destrozado”, pero sigue en una posición muy apetecible.

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