VUELTA A ESPAÑA | LA INTRAHISTORIA
Las bicicletas, a revisión cada día
Los comisarios de la UCI, como ya hacían en el pasado Tour de Francia, realizan exámenes para evitar el fraude tecnológico. De momento, no hay resultados anómalos.
Hay una imagen que se repite cada mañana en las salidas de La Vuelta, al igual que sucedía en las primeras horas del día en el Tour de Francia: los comisarios de la UCI revisan un determinado número de bicicletas antes de las etapas.
¿El motivo? La lucha contra el fraude tecnológico. Su objetivo es evitar la presencia de posibles sistemas de propulsión y acumulación de energía ocultos en los tubos y otros componentes de la bicicleta. Para ello tienen diversos instrumentos: tabletas magnéticas, una cabina móvil de rayos X y dispositivos portátiles con tecnología de retrodispersión y transmisión.
Después de cada jornada, la UCI notifica numéricamente sus controles: “35 bicicletas fueron examinadas en la lucha contra el fraude tecnológico, ocho de ellas con rayos X”, fue la nota que emitieron ayer desde la organización, algo que repiten a diario con una ligera variación en el número de revisiones. También es habitual que al término de las etapas pasen este examen los líderes de las distintas clasificaciones de la carrera (general, montaña, puntos…) y de participantes que, a percepción de los comisarios, pueden generar alguna sospecha. No es lo habitual.
Algunos corredores, como varios integrantes del Burgos BH, se lo toman con humor: “Corre, corre, que nos pillan”, dicen ante los jueces en tono sarcástico. Tanto en el Tour como en La Vuelta no registraron ningún resultado anómalo en sus pruebas, pero la UCI seguirá firme con este seguimiento.