Kuss: “El Angliru marcó un antes y un después en la táctica”
El líder de La Vuelta revela el cambio de táctica del Jumbo tras la cima asturiana. Ahora, el maillot rojo es la baza del equipo para acabar en lo más alto.
La Vuelta, o buena parte de ella, se decidió en el Angliru. En la cima asturiana, a falta de dos kilómetros hasta el final, el líder Kuss no podía seguir el ritmo de sus compañeros Roglic y Vingegaard (este último sin dar relevos al esloveno). No tenían a nadie más por delante. Sin embargo, el estadounidense se repuso, pudo salvar el maillot rojo por ocho segundos. Ahora su renta es de 17, pero a buen seguro que, si no hubiera podido retener la prenda en el Angliru, la situación sería muy distinta. Tras la etapa, en el Hotel Las Caldas Villa Termal, el Jumbo tuvo una reunión de cara a orientar las tres etapas restantes (cuatro con la de Madrid), y la conclusión fue diferente respecto a la del pasado lunes, en otro encuentro que tuvieron y en el que “el más fuerte” sería el vencedor.
Llegados a este punto, en la noche asturiana el equipo trató de dar soporte a Kuss, el líder, y luchar por ganar La Vuelta con él. Vingegaard lo transmitía de manera abierta en la salida: “Trataremos de ganar con Sepp”. Y el danés, todo un doble campeón del Tour, cumplió sus palabras. En La Cruz de Linares fue el encargado de poner el ritmo cuando Landa atacó, con su compañero a rueda y Roglic tras el estadounidense. El esloveno, que no podrá luchar por su cuarta Vuelta, habla de “pensamientos propios”, pero acata la decisión del equipo. Tiene contrato hasta 2025 y, con 33 años. Su mánager (y el de Vingegaard), Mattia está en La Vuelta estos días. Tras la etapa, Kuss comentó la situación del equipo: “El Angliru marcó un antes y un después. Cambiamos la táctica y para mí es justo. El lunes, tras la otra reunión, no pensábamos que los tres seríamos los más fuertes en el Angliru. Después de todo lo sucedido ahí, la visión general es más clara. Era una situación difícil, porque la idea esta semana era que diésemos todo en la carretera, y yo lo hice. Creo que me merezco esta posición”.
El estadounidense es muy aclamado en cada salida y meta por su simpatía, su habla castellana y su cercanía con el público. Por eso, la sensación que se percibe en la carrera es que una buena parte de los espectadores van con Sepp, hasta esta Vuelta un gregario estelar que está a punto de convertirse también en ganador: ¿Tensión en el equipo? Eso se produce cuando tu cabeza está fuera de la carrera. Agradezco mucho el apoyo de la gente”. Vingegaard también ensalzó a su compañero: “Intentaremos ganar la Vuelta en Madrid con Kuss para devolverle lo que ha hecho por nosotros”.
El danés y un auxiliar suyo, tuvo un incidente con la Policía en la meta de la Cruz de Linares mientras se recuperaba del esfuerzo anterior. Mientras, el siempre sonriente Kuss, se acerca más a su sueño, como destacó esta semana en AS, de ganar La Vuelta: “Mi tercera carrera de tres semanas de la temporada y la quinta en los últimos dos años… pero mi cuerpo responde bien. Lo recomiendo. No todos los años, pero alguna vez sí”. El Jumbo aspira a ganar Tour, Giro y Vuelta en 2023 con tres corredores distintos: Roglic, Vingegaard y Kuss. De otro mundo. “Han sido días muy diferentes porque nunca esperaba estar en esta situación. No soy un ganador en el sentido de que tengo que ganar sí o sí. La mayoría de los ganadores hoy en día tienen sangre fría para ganar y de eso no tengo. A veces tienes que luchar por lo tuyo y decir cosas duras”, concluyó Kuss, especialmente sobre lo vivido en la reunión.