Kuss: “En esta Vuelta descubrí cosas de mí mismo, de mis capacidades”
El estadounidense del Jumbo atendió a los medios desplazados con Roglic a su derecha y Vingegaard a su izquierda: “Cada año soy un poco más español”.
En el complejo deportivo Juan Antonio Cuadrillero, a las afueras de Guadarrama, llegaban Sepp Kuss, Jonas Vingegaard y Primoz Roglic. Los tres del Jumbo, protagonistas del podio final de La Vuelta con Kuss en lo más alto hoy en Madrid, atendieron a los medios desplazados a la carrera. Después, al abandonar el reciente, Kuss se marchó en una furgoneta junto a Ard, jefe de Comunicación del equipo neerlandés, tras regalar su gorra a uno de los Policías que custodiaban la sala de Prensa. El estadounidense, con 29 años, vivirá hoy su gran día al certificar su éxito en La Vuelta.
Escaló hasta el maillot rojo en una fuga, tras la sexta etapa, en Javalambre. Ese día además se llevó el triunfo, y corredores de la zona alta de la clasificación avisaron de que sería difícil recortarle los cerca de tres minutos que obtuvo de renta. ¿En qué momento se vio realmente como candidato al triunfo final?
En la contrarreloj de Valladolid. Hice un rendimiento diez veces más de lo que esperaba. Después, en el Tourmalet, también obtuve mucha confianza para todo lo que venía posteriormente. Y hasta hoy.
Su rol era, en un principio, ayudar a Roglic, que venía de ganar el Giro, y a Vingegaard, de hacer lo propio en el Tour. ¿Qué podemos esperar de su papel en el equipo de ahora en adelante?
A esta Vuelta llegué como gregario desde la salida de Barcelona. La idea no era venir a ganar conmigo, pero ahora estoy en esta posición. Descubrí cosas de mí mismo, de mis capacidades, de rendir así en grandes vueltas, y me gustaría hacerlo más… pero también quiero seguir con mis funciones de gregario.
Esta táctica final, de ‘apostar’ por usted hasta el final, se decidió tras la jornada del Angliru, tras una reunión entre los tres. ¿Cómo fue ese momento?
Lo acordamos entre los tres, el ocupar las posiciones que teníamos, y agradezco tanto a Primoz como a Jonas que me hayan ayudado.
El público español tomó partido y fuiste el que recibió el mayor apoyo de los tres del Jumbo. ¿Lo notó?
Gracias a mi mujer, que es catalana, cada año soy un poco más español. Ella me ayuda a acercarme más a la gente de aquí, y considero que es gente muy buena, que sabe lo que es el ciclismo y que tienen mucho gusto por ello. Hay mucha afición y yo también soy un aficionado más. Me gusta descubrir rutas, zonas, altimetrías… y creo que también así me acerco más a la gente.
¿Qué valoración hace de sus compañeros? (Roglic estaba sentado a la derecha del estadounidense y Vingegaard, a la izquierda).
Me doy cuenta de todo lo que hicieron por mí, de sacrificar sus retos deportivos para ayudarme… Ellos son de los mejores ciclistas del planeta, y no es fácil hacer algo así cuando estás acostumbrado a ganar las carreras más importantes del mundo. (Roglic cogió el micrófono para decir que lo que más escuchaban en cada salida, en los hoteles eran gritos de: Kuss, Kuss, Kuss).
Hoy tiene la jornada final por Madrid, con el circuito por las calles de la capital. ¿Qué cree que sentirá?
Veremos... Es un circuito con muchas curvas. Me acuerdo de mi primera Vuelta (en 2018), que casi no pude aguantar el ritmo del pelotón. Será especial, después de tanto trabajo suyo todo el día, el esfuerzo se verá recompensado. Estará mi familia (su madre y su esposa, entre otras personas).