Explosividad en Bejes
Óscar Freire, triple campeón del mundo, analiza en AS una de las metas en alto inéditas de La Vuelta. “El que entre mal colocado... cuidado”, advierte.
La Vuelta sigue cada año descubriendo nuevos rincones de España, especialmente para los finales en alto. Seis serán las llegadas en puertos inéditos en esta edición de la carrera, la número 78, que arrancará el 26 de agosto en Barcelona. Una de las cimas novedosas tendrá lugar en Cantabria. Será en la 16ª etapa, el 12 de septiembre, y la pequeña localidad de Bejes, que no llega al centenar de habitantes, tendrá ante sí buena parte de los mejores ciclistas del planeta.
Antes, los protagonistas tendrán que ascender un puerto corto… pero explosivo: 4,8 kilómetros al 8,7% con picos máximos del 15%. Uno de los cántabros más ilustres de siempre, Óscar Freire (47 años), todo un triple campeón del mundo, analiza la subida en AS acompañado de su hijo Marcos (16), que también compite en la actualidad. Ese día, la etapa viene de Liencres y pasará por localidades como Torrelavega, Santillana del Mar, Comillas, San Vicente de la Barquera… es decir, rodarán casi en todo momento junto al mar, por lo que el viento puede ser protagonista. El desenlace será tras la citada subida. “El puerto no tiene una gran dificultad como tal, pero vienen de una jornada rompepiernas. Es la típica subida a la que nadie tiene miedo y al no tenerlo, son las que pueden hacer más daño. Se afronta rápido”, explica Óscar tras reconocer la ascensión.
“Es la típica subida a la que nadie tiene miedo, de las que pueden hacer más daño”
Justo en la localidad de La Hermida, y tras un pronunciado giro a la derecha, arranca la ascensión. “El que entre mal colocado en la primera parte... cuidado. Lo puede pasar mal porque no te da tiempo a recuperar. Es una subida en la que se moverán muchos watios. En los dos primeros kilómetros se puede llegar a rodar a 20 km/h, mientras que en la parte final la carretera es más la propia de todos los puertos. Hay puntos de más pendiente y otros de menos, pero casi siempre oscilará entre el 9% y el 11%”, desgrana el que conquistó tres veces el maillot arcoíris.
Nadie lo hizo más veces y, salvo que Sagan lo haga este año en su despedida, así seguirá durante un tiempo. “También decían que yo iba a superar esa cifra y ahí me quedé”, añade Óscar. Tres Mundiales, que no es poco. Después, siguió analizando la subida. “No es un puerto para que haya muchos cambios en la general, pero la carrera irá rápida. Y un factor importante serán las alturas de la Vuelta en las que estaremos. Tercera semana… y al día siguiente tienen el Angliru”, recalca el de Torrelavega, y es que el tener los dos siguientes días montaña por Asturias, incluida la mítica cima, puede hacer medir los esfuerzos en Cantabria.
Una jornada agresiva
“No habrá una fuga en la que dejen que cualquiera se meta. Será un día agresivo en cuanto a los movimientos para buscar la etapa, y si algún equipo quiere hacer daño desde el inicio, todo puede saltar por los aires”, cuenta Óscar mientras saluda a los habitantes de Bejes, donde el queso es famoso y mientras se toma un café en una terraza por 60 céntimos, algo que parece de otros tiempos. “Aquí somos así”, afirma con una sonrisa mientras contempla el desfiladero de La Hermida, el más largo de España. “La etapa acaba en Bejes, pero si seguimos hacia arriba… para el futuro, hay otro final que sería todavía muchos más duro”, comenta Óscar.
Freire corrió La Vuelta en nueve ocasiones, pero nunca llegó a la etapa final al preparar los Mundiales. De hecho, el pasado año fue cuando conoció en primera persona la última jornada en Madrid siendo embajador de Plenitude. Sí pudo ganar una etapa en su Cantabria, concretamente en Reinosa. Fue en 2007. “Siempre que llegábamos por aquí eran jornadas duras, de montaña, cronos... no tuve muchas oportunidades de poder ganar en la zona de casa, me costó un mundo. Al final, a casi toda la gente le gusta tener una etapa dura de montaña. Si la organización dejara a las Comunidades y los Ayuntamientos que organizasen los recorridos, serían todos puertos de montaña”, dice Freire, desde el punto de vista de un velocista.
“Tal vez podría haber corrido un año más, porque en mi último tuve mala suerte”
Pese a ser esprínter, ciertos tramos y cotas los pasaba bien, como explican algunas de sus conquistas: “Si después de este puerto de Bejes hubiese 10 km de bajada o llano, quizás en mis tiempos hubiese tenido alguna opción, pero así no, esto es para escaladores”. “Tal vez podría haber corrido un año más, porque en mi último tuve mala suerte”, dice sobre su despedida. Mientras, “espera” que este nuevo descubrimiento de La Vuelta sea un éxito: “Es un sitio espectacular”.