El Collado Fancuaya, la sorpresa asturiana de La Vuelta
Con rampas de hasta el 19%, la cima se estrena en La Vuelta. Alicia González, del Movistar, reconoce para AS la subida. “Tiene la dureza perfecta para dar espectáculo”.
Asturias siempre tiene un protagonismo especial en La Vuelta, especialmente en jornadas montañosas, con colosos históricos de la carrera como el Angliru y los Lagos de Covadonga. En los últimos años, la ronda española, en su empeño por buscar nuevos escenarios, descubre cimas hasta el momento inéditas, incluso poco conocidas para los propios habitantes de la zona. Es el caso del Collado Fancuaya, una de las cinco llegadas en alto sin precedentes de La Vuelta 2022.
La etapa (8ª), prevista para el 27 de agosto, formará parte de un fin de semana en el que las carreteras asturianas estarán repletas, ya que el siguiente día la jornada acabará en Les Praeres, que ya fue meta en 2018 con triunfo de Simon Yates. En este caso, buena parte del pelotón tendrá referencias de aquella vez... pero no así del Collado Fancuaya, con rampas de hasta el 19% y 10,1 km de ascensión.
“Es una subida intensa, no con tanta dificultad como el Angliru, pero sí muy exigente. Tiene la dureza perfecta para que haya espectáculo”, dice Alicia González, corredora del Movistar, que reconoció la ascensión para AS. La de Viella, de 27 años, es una ilustre de un pelotón nacional femenino que no para de crecer. “Los primeros 3,5 km son más sencillos, hasta el giro a izquierdas del puente dirección Yernes. Luego, aumenta la dificultad, con desniveles del 7% y el 8%, habiendo un tramo duro hasta llegar a la localidad. Después, la carretera se estrecha y llegan los rampones alternando con pequeños descansillos. El tramo final cuenta con numerosas ‘herraduras’, y ese tipo de curvas me gusta, ya que puedes ver lo que te viene en los próximos kilómetros”, analiza la graduada en Biotecnología.
Unos parajes verdes, con gran presencia de ganado vacuno y casas en medio de la nada también forman parte de la ascensión, en cuya cima se puede observar, de manera más clara, las curvas en forma de herradura que abundan en el tramo final. “Será importante regular las fuerzas, porque se puede hacer largo. Las piernas se pueden hinchar, y especialmente hay que controlar el ritmo de uno mismo en los rampones”, destaca Alicia.
Y es que será un día sin apenas terreno llano, con más de 3.500 metros de desnivel acumulado. “Es una etapa de alta montaña y los desarrollos de las bicicletas de los corredores tendrán que estar preparados para ello. Podrán jugar con los piñones mientras suben”, explica la del Movistar, que también se desenvuelve a la perfección en el ciclocross, una disciplina que “da chispa y frescura mental para la carretera”.
“Es un puerto nuevo casi hasta para los que somos de Asturias, porque en esta zona es más frecuentado el Marabio. Cuando vi que estaría en La Vuelta, busqué información, y era sobre todo una pista ganadera. Ha quedado muy bonito”, recalca la corredora del Movistar, un equipo en el que desea seguir, ya que lleva dichos colores desde su fundación en 2018. “Creo que, a partir de ahora, y también después de que se celebre la etapa, vendrán muchos cicloturistas a subir este puerto”, pronostica.
Y, tras reconocerlo, podrá dar consejos a compañeros como Enric Mas y Alejandro Valverde, que estarán en la ronda española. “Seguro que vienen a verlo, porque Asturias es una zona importante de la carrera a la que siempre suelen acudir a estudiarla. Verán que hay dos partes del puerto muy diferenciadas, y es clave la aproximación que se haga hasta el arranque la subida”, reconoce una Alicia que aspira a correr La Vuelta femenina (Ceratizit Challenge by La Vuelta) del 7 al 11 de septiembre.
“Hay un bloque de corredoras que harán Giro y Tour, y para La Vuelta todavía no tenemos nada cerrado, pero me gustaría estar, y además hay jornadas que pasan cerca de casa”. La asturiana es pareja sentimental del también corredor Jonathan Lastra, del Caja Rural: “Es cierto que viajamos mucho por nuestra profesión y a sitios distintos, pero al menos podemos vernos en concentraciones en altura”.
Donde sí estará Alicia, en caso de que su calendario lo permita, será apoyando a los corredores en el puerto. “Hay que estar en la cuneta dando todo el ánimo posible, y estoy segura que la afición asturiana responderá”. Una nueva sorpresa de La Vuelta en un territorio que suele dejar en la memoria grandes tardes de ciclismo.