Aviso de Roglic tras su peor día
El esloveno solo sabe lo que es ganar en La Vuelta: participó en las ediciones de 2019, 2020 y 2021, todas con victoria. En el Pico Jano se descolgó, pero todavía promete batalla.
Con dudas y la intriga de saber si está recuperado. Así aterrizó Roglic en La Vuelta. Su equipo, el Jumbo, esperó hasta última hora para confirmar la presencia del esloveno en la ronda española. No era por gusto, sino porque no estaban seguros de que su líder para esta carrera estuviese recuperado de sus lesiones sufridas en el Tour, que en un primer momento parecían menores a lo que posteriormente fueron, con fracturas en las vértebras. Sin embargo llegó a tiempo: “Estoy aquí, así que estoy listo”, decía en Utrecht antes de arrancar sobre las posibles dudas de su estado físico. En Países Bajos todo fue rodado: sus compañeros Gesink, Teunissen y Affini fueron líderes (el propio Roglic ‘evitó' vestirse de rojo) y en la primera etapa con suelo español, con final en Laguardia, el esloveno se impuso y alcanzó el liderato.
Cierto es que todavía no era una etapa de montaña, y el final era ideal para sus características, pero las sensaciones eran positivas. Sin embargo, llegó el Pico Jano, bajo la lluvia y la niebla, y Primoz no pudo seguir el cambio de ritmo que propuso Evenepoel y solo aguantó Mas. Es la cuarta vez que está en La Vuelta, y en las tres anteriores, en 2019, 2020 y 2021, se llevó la general. Nunca se le había visto ceder de esta forma en la carrera española. Tal vez algo similar vivió en la Covatilla, en 2020, con el órdago final de Carapaz, pero pudo sofocar aquel ataque. En esta ocasión no, al menos por ahora, y perdió 1:23 con Evenepoel y 1:22 con Enric Mas.
El récord de ganar la cuarta Vuelta consecutiva, algo nunca visto, se complica, pero Roglic avisa: “No tuve piernas para estar con los mejores, pero Madrid todavía está lejos. La competencia es fuerte, y ya lo sabíamos de antemano. Me siento bien y soy combativo, por lo que estoy deseando que lleguen los próximos días”, decía el esloveno en la meta cántabra. Ahora, está obligado a correr al ataque para recuperar desventaja, porque sabe que su dominio en la contrarreloj se iguala con Evenepoel, otro especialista en la disciplina. Solo han transcurrido seis etapas... pero La Vuelta ya está al rojo vivo.