Tremendo: a golpes la Guardia Civil y los manifestantes con el pelotón pasando por el arcén
Una sentada consiguió parar la carrera cuando pasaban los escapados. Los desviaron a la llegada del pelotón y entonces se vivieron estos momentos de tensión mientras el pelotón se escapaba por el arcén.

Camino a la Bola del Mundo, a falta de alrededor de 17 km de la meta de la etapa 20, numerosos manifestantes a favor de Palestina trataron de boicotear La Vuelta invadiendo la carretera cuando los ciclistas escapados estaban a punto de pasar a velocidades cercana a 50 km/h. Dicho punto era a la altura de la localidad de Becerril de la Sierra, en la sierra madrileña. Una pequeña escapatoria en un punto que tenía varias intersecciones pudo hacer que los corredores, aunque desviándose, pudiesen seguir la marcha.
Una pequeña escapatoria en un punto que tenía varias intersecciones pudo hacer que los corredores, aunque desviándose, pudiesen seguir la marcha. Los que estuvieron parados durante unos minutos fueron los coches de los equipos ante la imposibilidad de avanzar mientras los efectivos de seguridad trataban de despejar la carretera. Ya antes, en Cercedilla, La Vuelta tuvo que modificar el recorrido para evitar pasar por el centro del pueblo al estar todo bloqueado. En dicho punto, entre los manifestantes a favor de Palestina que piden la exclusión del equipo Israel de la carrera estaban las políticas Ione Belarra e Irene Montero.
A lo largo del día de ayer se habían convocado concentraciones en las localidades madrileñas de Robledo de Chavela, San Lorenzo de El Escorial, Cercedilla y Navacerrada, pero el pelotón finalmente pudo completar la jornada. Este intento de boicot de la carrera estaba anunciado desde días atrás por los protagonistas.
La citada líder de Podemos, Ione Belarra, hizo un llamamiento a la sociedad civil para que haya un “desborde” de movilización que provoque el boicot de la etapa en rechazo a la presencia del equipo Israel (La Vuelta no tiene potestad para expulsar), y se “sobreponga pacíficamente a la militarización policial”. Corredores como Kuss y Vingegaard agradecieron el trabajo de la seguridad: “Nos sentimos seguros”. Para Almeida una acción así “no tiene sentido”.
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