Vingegaard: “No me sentí en apuros, estaba preparado”

Jonas Vingegaard salvó una nueva jornada de Pirineos sin excesivos problemas y sigue al frente de la general de manera destaca. Pogacar le recortó cuatro segundos por las bonificaciones (el primero suma diez y el segundo seis), pero la renta, de 2:18, sigue siendo apetecible. “Me hubiera gustado ganar la etapa, pero la rampa final era muy empinada y se ajustaba mejor a las características de Tadej que a las mías. No hubo gran cosa que yo pudiera hacer. Se merece la victoria”, reconoce el del Jumbo, al que el UAE, pese a arrancar tan solo con cuatro corredores, desarboló al completo.

En Peyragudes Vingegaard ya llegó sin compañeros, pero su rival se movió únicamente por el triunfo final, y previamente lo hizo a 200 metros de coronar el Col de Val Louron-Azet de cara al descenso, y Jonas respondió de inmediato. “No me sentí en apuros durante la etapa, pese a haber estado aislado en algún momento. Fue una jornada difícil y sólo perdí cuatro segundos. Estaba preparado para la batalla”, comentaba con cierta frialdad, entremezclada de vez en cuando con alguna sonrisa.

Mirando en la hoja de ruta, son cuatro las etapas que quedan hasta París, dos a priori decisivas, y el danés se muestra cauto. “Espero recuperar bien de estos esfuerzos. No quiero pensar todavía en la victoria, porque quedan días difíciles con una etapa de alta montaña y la contrarreloj. Prefiero ir día a día”, explica. Además, el líder reveló un curioso método para intentar aislarse de la presión que su puesto actual conlleva: “La que me da consejos es mi novia, que me dice que no lea la Prensa. No lo hago, es una forma de controlar la presión del maillot amarillo. No dejo que eso me distraiga”, detalla. Toda las fuerzas y la atención, centradas en el “sueño” que tiene.