Van Aert: “Este maillot me da alas; no quería llegar a otro esprint”
El belga del Jumbo, en sus últimas seis etapas en el Tour de Francia, conquistó tres y fue segundo en otras tres. Es más líder tras un gran ataque en la última cota. “Este maillot da alas”.
Las seis últimas etapas de Wout van Aert, dos en el pasado Tour de Francia y cuatro en el presente, acabaron de la siguiente manera: 1º (contrarreloj), 1º, 2º (contrarreloj), 2º, 2º y 1º. El belga, líder del Tour de Francia, tuvo una de las victorias más placenteras de su carrera al hacerlo con el maillot amarillo y tras soltar a todos en una pequeña cota final de cuarta categoría. “Pensaba que no sería posible ganar solo, pero no quería llegar a otro esprint”, contaba el del Jumbo, con su demoledor ataque a once kilómetros del final que también sirvió para una muestra de poderío del Jumbo.
“La situación era propicia, el equipo estaba fuerte y salió bien”, reconocía un satisfecho Roglic a su llegada al autobús del equipo, mientras los abrazos no cesaban entre los directores. ¿Un aviso a Pogacar? En el UAE respiraban tranquilos, conscientes de que el día se había salvado, con algún apuro más del previsto, porque por la mañana, mientras escuchaban techno a todo volumen, la idea general, como gran parte del pelotón era de que el día acabaría con un esprint en Calais. Lo evitó el líder Van Aert, que aumente su renta gracias a la bonificación. “Este maillot me da alas”, decía, mismo lema que utiliza su patrocinador de casco. Y, tras ser segundo este año en la París-Roubaix, tratará de defender la preciada prenda amarilla en la jornada de pavés. El que generó algunas risas, de manera simpática, entre el pelotón fue Jasper Philipsen.
El belga de Alpecin entró en segunda posición… pero celebró como si hubiese ganado la etapa. Extrañamente, no se cercioró de que Van Aert acababa de entrar en meta ocho segundos antes, y eso que la recta de Calais permitía un amplio margen de visión. Laporte, compañero de Wout en el Jumbo, entró en tercer lugar, y miraba con extrañeza a Philipsen, consciente de que su compañero había alzado ya los brazos escasos segundos antes. “Jasper fue segundo y ha celebrado”, decía con una sonrisa el francés Naesen mientras entrega su bicicleta a un auxiliar de Ag2r. Una pequeña anécdota, porque el verdadero protagonista del día fue un espectacular Van Aert, que además tenía a su madre presente en meta al estar en una zona cercana a la frontera con Bélgica.