Unos activistas detienen la décima etapa del Tour
La carrera se retuvo durante diez minutos después de que unos activistas cortaran la carretera al sentarse sobre la misma. Los jueces respetaron las diferencias.
En la décima etapa, cuando quedaban alrededor del 36 kilómetros de meta para el que marchaba en cabeza en ese momento, Alberto Bettiol, la carrera se detuvo después de que unas personas aparecieran sentados en el suelo en señal de protesta. Además, había bengalas, que desprendían humo naranja. El propio Bettiol sorteó a los activistas para no chocarse contra ellos. Tras esto, la organización mandó aflojar la marcha a los que venían por detrás, tanto del resto de la escapada como del pelotón, comandado por UAE en esos momentos, hasta llegar a neutralizar la carrera.
Los manifestantes (nueve), encadenados, protestaban en defensa del medio ambiente del Mont Blanc, un coloso próximo al paso de la carrera en esta décima etapa por los Alpes, “para detener la loca carrera hacia la aniquilación de la sociedad”, dice el grupo Dernière Rénovation, que reivindicó el acto. Algunos corredores, como el español Marc Soler, gregario de Pogacar en el UAE, se bajaron de la bicicleta y se sentaron en el suelo. Bettiol, en solitario, daba vueltas en círculo para no quedarse frío. Con los tiempos respetados, se volvió a relanzar la carrera tras casi diez minutos de espera. Los jueces y comisarios estimaron los tiempos de renta que tenían a la hora del parón y los respetaron en la reanudación: 30 segundos respecto al resto de fugados y 7:30 con el pelotón.
El grupo Dernière Rénovation se pronunció tras su actuación: “El mundo al que nos envían los políticos es un mundo en el que el Tour de Francia ya no podrá existir. Como al gobierno no le importa cuando hablamos de la crisis climática, debemos venir y tomar el Tour de Francia para volver a centrar la atención en lo que importa para nuestra supervivencia. Debemos hacer reaccionar a nuestro gobierno, que nos está llevando al matadero. Hubiéramos preferido hacer lo contrario, pero eso es todo lo que nos queda. La buena noticia es que todo todavía puede cambiar”, dicen en su cuenta de Twitter. Este colectivo también se manifestó semanas atrás en Roland Garros.