Pogacar: “No estoy aquí para hacer enemigos, pero nos pagan para ganar”

Después de salir de Hautacam, evitando el gran atasco que se formó por la aglomeración de gente (como es obvio, los equipos de los ciclistas tienen prioridad), Tadej Pogacar y el UAE bajaron hasta Pau, donde pasaron la noche. Este viernes, a las 10:00, quedada en una de las localidades más ‘españolas’, especialmente ‘vasca’, del sur de Francia y rumbo a Peyragudes a reconocer la cronoescalada. Antes, un café. “Calculamos que hará la contrarreloj en 23 minutos”, contaron del UAE a AS en la salida. Como si de una ciencia matemática se tratase (el ciclismo cada vez son más números), pum: 23 minutos exactos, ni un segundo arriba ni un segundo abajo.

Y todo ello con bicicleta convencional (aero-ligera), a diferencia de Vingegaard, su gran rival, equipado 100% de crono, caso incluido. “Tenía el objetivo de ir a tope desde el principio hasta el final. Casi me quemé al final, pero vi el tiempo en la meta y me dio un empujón extra porque pensé que iba a ganar”, dijo el esloveno tras la victoria 103 de su carrera, la 21 en el Tour. Todo ello a sus 26 años. “Al final, hicimos los cálculos y no había grandes diferencias entre utilizar la cabra o la de carretera. Decidí estar más cómodo y utilizar la misma bici que en las últimas etapas. Salió bien”, analizó, en caliente, el del UAE.

Después, ante los enviados especiales, estuvo ocho minutos, el día que más de este Tour, con varias respuestas largas y reflexiones. “No estoy pensando en más victorias ni en más revanchas (por los Alpes y lo sucedido en 2022 y 2023). Solo quiero estar bien, y si hay oportunidad de volver a ganar lo intentaremos. También hay que ser inteligente y no destrozar al equipo cada día”, explicó el triple campeón del Tour que lleva un sticker de Hulk en su bicicleta, pero su referente en cuanto a héroes es Spiderman. “¡Prefiero llevar a Hulk que es a quien nadie quiere enfadar!”, bromeó en Peyragudes.

Una de las preguntas realizadas fue si, ganando tantas etapas sin ‘dejar’ al resto podría crearse enemistades en el pelotón. “No estoy aquí para hacer enemigos... pero si tienes oportunidad de ir a por una etapa la tienes que aprovechar porque nunca sabes cuándo puede ser la última. Nos pagan para ganar, lo digo honestamente, y hay todo un equipo detrás de ti para que pueda ganar. Si yo decidiera no ganar, teniendo la ocasión, mi equipo no estaría feliz. No puedes decir que no a un triunfo. Al final, cuando termine mi carrera, probablemente no hablaré con el 99% del pelotón. Me centraré en mis amigos y en mi familia”, reflexionó Tadej.

Vingegaard, segundo y que llegó a adelantar (salió dos minutos después) a un Evenepoel “vacío”, se mostró “contento”. “El nivel que mostré en Hautacam no fue el habitual. Sigo creyendo en mí y lo intentaremos”, avisó el danés. Tarea complicada.

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