Pogacar: “Necesitaba tener pelotas para atacar hasta el final”
El esloveno logró su décimo triunfo de etapa en el Tour y bromeó con Cavendish, el que más tiene (34) junto a Merckx: “Voy a por ti”. Dedicó la victoria a su pareja Zigart.
Nada más cruzar la meta de Cauterets, con la niebla baja, Tadej Pogacar fue auxiliado por su inseparable Joseba, una de sus grandes personas de confianza en el UAE. A diferencia del día anterior, donde no se vieron las risas y los gestos habituales de Tadej, esta vez sí tenían motivos en el equipo para estar felices. Era el día en el que el Jumbo y Vingegaard trataron de dar un golpe, otro más, a la carrera tras haber visto frágil al esloveno en la jornada anterior. Ocurrió lo contrario. Un ambicioso Jonas incluso llegó a tirar de Pogacar cuando iban los dos mano a mano ascendiendo Cauterets, ya sin Van Aert poniendo el ritmo, pero llegó el momento: el esloveno atacó y el vigente campeón no pudo seguir. “Jugué con inteligencia y creo que la forma está mejorando cada día. Podemos seguir así”, dijo Tadej, que dedicó la victoria a su pareja, la también ciclista Urska Zigart, que tras una dura caída en el Giro Donne fue dada de alta y pudo regresar a casa.
“No diría revancha, pero es dulce ganar esta etapa y recortar un poco de miento. Siento un gran alivio y buenas sensaciones”, añadió Tadej, que vio como en el Tourmalet el Jumbo le tenía rodeado, con tres corredores (Kelderman, Kuss y el propio Vingegaard, con Van Aert por delante para hacer enlace) y se sobrepuso a todos ellos. “Cuando iba tras Jonas en el Tourmalet, pensaba que me iba a soltar como ayer. Casi me quedo. Si pasaba lo mismo, podíamos hacer las maletas y volvernos a casa, pero tuve buenas piernas y le pude seguir. Después, encontré el momento final para atacar. Fue el propio Jonas el que lo dijo tras dar el golpe el día anterior en Laruns, pero Pogacar lo repitió después de ser el autor del ataque: “Habrá batalla hasta el final”.
A los 24 años, ya suma diez triunfos de etapa en el Tour, y Cavendish tiene el récord junto a Merckx, ambo con 34. El británico está luchando por la 35 en esta edición y Tadej broméo: “Voy a por ti”. Ahora, la renta en la general entre Vingegaard, líder, y Pogacar es de 25 segundos: “La brecha es perfecta, queda mucho Tour por delante”. Aunque hizo varios gestos moviendo el brazo en el descenso del Tourmalet, la muñeca operada el pasado mes de abril no dio problemas a Tadej, que incluso tuvo que ser contenido por el equipo para no atacar antes en el último puerto: “Pensé en atacar a falta de cuatro kilómetos, pero en el equipo por la radio me decían que esperase un poco (lo hizo a 2,7 km). Creo que tenían razón, al final llegué desfondado y si llego a atacar antes podría haber explotado. Necesitaba tener pelotas para atacar hasta el final”. Uno de sus compañeros, Marc Soler, contó la tranquilidad con la que Tadej afrontó el ‘golpe’ el día anterior y su motivación para ayer: “Tenemos mucha confianza en él. Tal vez a la gente le entraron las dudas, pero a nosotros no. Queda mucha carrera por delante e iremos a mejor”.