Morkov pierde su épica batalla contra el fuera de control
El danés fue uno de los protagonistas de la etapa al rodar en solitario durante 180 kilómetros persiguiendo al pelotón, aunque superó el límite de tiempo establecido.
El danés Michael Morkov fue uno de los grandes protagonistas de la decimoquinta etapa del Tour de Francia camino de Carcasona. En una jornada marcada por el calor extremo el ciclista danés cedió muy pronto con el pelotón y luchó con todas sus fuerzas para salvar el fuera de control, algo que finalmente no pudo lograr.
Fue toda una odisea para el ciclista danés, lanzador de Fabio Jakobsen en los esprints y un gran especialista en el velódromo tal y como demuestran sus dos títulos mundiales consecutivos en la modalidad de Madison y el oro olímpico logrado en Tokio en esta disciplina, ya que a 180 kilómetros de meta empezó a rodar en solitario cediendo tiempo con el pelotón e intentando remontar una desventaja de casi 20 minutos con el grupo.
Tras la victoria de Jasper Philipsen en la meta de Carcasona, a los aficionados les quedaba aún por ver si Morkov era capaz de salvar el fuera de control, que quedó establecido en 53:29, un 20% sobre el tiempo empleado por Jasper Philipsen tras activarse los protocolos por calor extremo, o lo que era lo mismo un tiempo de 5:20:56.
Finalmente el danés no logró su objetivo, ya que llegó por delante del ‘coche escoba’, pero lo hizo a 1:05:40 del tiempo de Philipsen, por lo que sobrepasó el límite del fuera de control por 12 minutos. Pese a ello, y una hora después de la volata, el público de Carcasona aplaudió el esfuerzo de Morkov en la línea de meta y hasta el director del Tour, Christian Prudhomme, quiso reconocer el coraje del danés y su lucha por intentar terminar la etapa.
En declaraciones recogidas por el equipo, Morkov lamentaba el hecho de quedarse fuera del Tour. “Estoy decepcionado porque lo he dado todo. Después de quedarme en un pequeño repecho. sabía que será una batalla larga, pero seguí concentrado y creyendo en mí mismo y en mis oportunidades de hacerlo. Estuve calculando y empujando duro porque sabía que el tiempo no estaba de mi lado pero, cuando quedaban 15 kilómetros a meta, me di cuenta que mi Tour se había terminado. Al final del día no te sientes decepcionado porque di todo lo que pude. Mi única pena es que he dejado al equipo con seis corredores para la última semana, y eso me entristece, pero estoy seguro de que mis compañeros seguirán luchando por grandes resultados”.
Este lunes Morkov quiso despedirse del Tour con este mensaje de ánimo a su equipo y también a su compatriota Jonas Vingegaard en busca de la general. “Mi Tour ha llegado a su fin. Desafortunadamente no estaré en París, como esperaba. Deseo que mi equipo, el Quick-Step, y Jonas Vingegaard lo terminen”. Palabra de un Morkov que nos deja otra de las grandes historias del Tour de Francia que, en esta ocasión, no pudo tener final feliz.